El Café del Capitán Nirvana
"Del Café del Capitán Nirvana sólo quedaban las mesas y el aliento ausente de sus mujeres, ese aliento animal que se escurría por el filo de los vasos llenos de licor, por el filo del perfume ido de sus primeros días. Las mañanas se filtraban en los cuerpos lentamente como inyecciones, pequeñas inyecciones, pequeñas inyecciones de algodón, inyecciones de sueños plenos de arena, whisky, sangre, sudor, lágrimas, tetas, culos y humo. Pensar, tomar, fumar.
Levantarse. Acostarse. La sangre. El whisky. La luz. El humo. Los días. Sus mejores días. Esos días llenos de nalgas ciertas, tetas inciertas, calzones certeros, de licores, de cigarrillos, de obras eternas que pasaban bajo la luz, días que se fueron diluyendo como cubos de hielo. Fueron días grandiosos. Las mañanas siempre olían a cabellos profundos, dorados. A venado limpio. En las noches se organizaban peleas de boxeo y las mujeres hablaban con todo el mundo. Las noches olían a Ron y no había preocupaciones. Los días pasaban a través de la luz, a través del olor de los árboles, los labios, las nalgas, la espuma del mar y el olor del wc. La sangre. El whisky. Los labios. El wc. La luz. Las nubes. Las nalgas. De pronto la felicidad era ir al wc, cagar en paz, pensar en paz, amar en paz, odiar en paz. Los sábados iban al hipódromo a apostar a caballos que tenían nombres hermosos, míticos, caballos que se llamaban El Trofeo de Elías, La Lechuga de Vladivostok y se embriagan en medio del olor a arena de aquellos sábados y luego regresarán al Café del Capitán Nirvana a hablar de boxeo, a regar un poco de sangre entre las mesas. Regresaban con los cuerpos llenos de agujeros, con la mirada vuelta mierda, con las manos llenas de lluvia y se sentaban a fumar, aplastaban los traseros en los asientos y se quedaban allí, en el Café del Capitán Nirvana abaleados por el humo azul del Philip Morris Products Inc, Richmond, Va Flip Top Box Made in USA mientras se consumían en el aliento invisible de los días y las noches. La sangre. El whisky. Pensar. Dormir. Fumar. Levantarse. Acostarse. Culear. Los labios. Las nalgas. Puta vida. Las mañanas llenas de pequeñas luces inútiles. El wc".
Opio en las nubes,
Rafael Chaparro Madiedo
2 comentarios:
I want trip trip trip....
Como dirían los de Placebo: no hay escape de la gravedad, por lo menos no gratis.
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