¡No pasarán!,
Hay días en que la rabia consume el espíritu y uno de pronto abandona la literatura e intenta revisar qué ha pasado en el mundo, y llega a esa caja estúpida que todos vemos y observa que la noticia principal del día (con la que se da la apertura de uno de los noticieros de más alto rating en Colombia) trata sobre un gato con rabia ( y no sólo abren con esa noticia sino que le dan cubrimiento especial de casi 10 minutos, ¡10 minutos!, eso es una eternidad en cubrimiento de televisión). Esto sucedió en el noticiero de Caracol. En el noticiero de RCN la cosa es peor, pero de ellos ya se sabe. Las únicas notas serias las vi en CM& y Noticias UNO (pero ya sabemos que son muy pocos los que miran estos noticieros).
Ayer, por poner un ejemplo más en ese
Periodismo Patriótico del que Lobo ha hablado ya en varias entradas de su blog, dejé de leer a Nelly Sachs y Celan para ir a un Coloquio de Lectura que se hace en el marco de la celebración de Bogotá como Capitál Mundial del Libro. Fue muy interesante, pero otro día hablaré de él. Y esto es, en parte, porque me encontraba ansioso de poder llegar a ver los noticieros de televisión y saber cómo los medios colombianos habían manejando tan delicadas noticias como aquella que apareció en la primera plana del día de ayer en El Tiempo sobre la captura de 15 militares colombianos implicados en la masacre de Apartadó. No puede (debe) ser, decía yo, al leer cómo los paramilitares y miembros del ejercito le habían cortado la garganta a un niño de cinco años acusándolo de guerrillero, todo frente a sus padres que miraban horrorizados - No, la palabra es aterrorizados porque esto es terrorismo de Estado - aún con vida. Esto tiene que ser todo un escándalo, dije yo. Pero pronto me di cuenta que algo iba mal. En el transcurso del día esa noticia pasó de ser la titular del on-line de El Tiempo a ser la segunda, desplazada por las revelaciones del Defensor del Pueblo sobre el estado de salud de Ingrid Betancourt. Bueno, una noticia importante a nivel internacional dije yo.
Luego ésta noticia fue desplazada por la captura de un senador de Antioquia por paramilitarismo. Bueno, otra noticia importante. Pero lo raro es que ahí ya la noticia de los 15 militares implicados pasaba al lugar de las noticias siquiera destacadas en una de las secciones del online, pese a ser una de las noticias más comentadas. Luego aparece la vinculación de oficiales de la Fuerza Aérea Colombiana en el transporte de personal y comida de una campaña política de un partido afín al uribismo, de una posterior miembro del Senado de la república hoy investigada (como tantos otros) por relaciones con el paramilitarismo. Pero esta noticia no ocupó un lugar importante, sólo el cuarto o quinto puesto en esa pirámide invertida de la información. Mi punto es que cualquiera de estas noticias era lo suficientemente grave como para ser considerada la noticia de apertura en un noticiero, la sola noticia de Ingrid llegó a la prensa internacional y a CNN, pero en Colombia hay al parecer una censura informativa o una completa estupidez y falta de criterio de los directores de noticias. Hoy la noticia de la vinculación a la investigación de los 15 militares sólo es una más en la sección de Justicia y tiene declaraciones oficiales, y nada se dice de la masacre en sí. Incluso foristas de El Tiempo defienden esa acción por considerar justa acción contra las guerrillas (me encanta saber que los niños de 4 o 5 años tienen la suficiente formación política para ser guerrillros desde chiquitos, pues siginifica que aprendieron a leer al año y comenzaron a leer El Capital de Marx a los tres, lo que habla muy bien de la educación rural).
Pensé que nada más se podía esperar de los rezagos del "Comité de Control de Información en Estado de Preguerra" que aplicó secretamente El Tiempo en los últimos días. Pero no esperaba lo mismo de los noticieros televisivos. La noticia más importante para ellos fue la de un gato con rabia que mordió a un niño (y cerré los ojos y vi la sangre de un niño de 5 años degollado con un machete cayendo a gotas en el barro húmedo y escuché un grito mudo de sus padres). 10 minutos al gato asesino y y menos de un minuto para verdaderos asesinos. Nada se dijo, no hubo investigacón periodística que revisara los videos del día posterior a la masacre, cuando el Presidente Uribe salió dudando de la misma. El periodismo patriótico también consiste en rodear al presidente (Mi opinión en esto es la misma de Jaime Garzón -asesinado también por el paramilitarismo-: Hay que rodear al presidente, pero para que no se escape).

Similar tratamiento ocurrió con la Revista Semana. De todas formas, a pesar del gobierno y del uribismo radical, una editorial del diario El Tiempo aborda el tema con la debida seriedad y sabe que de plano volveremos a escuchar de esta masacre por los tribunales internacionales. Sin embargo, esta editorial ya no tiene los más de 300 comentarios que generalemnte rodean a una editorial polémica, sólo 67 comentarios (imagino que la mayoría de la oposición) al momento de escribir esto.
Y además, a pesar del gobierno y el uribismo radical , las fotografías que tomó
Abad Colorado el día siguiente a la masacre de Apartadó quedarán en la memoria de la infamia de esta guerra como ya quedó la imagen de Ingrid Betancourt en cautiverio o la de los soldados en los campos de concentración, o la del Palacio de Justicia (la toma de la guerrilla y las desapariciones y asesinatos extrajudiciales del ejército), o la bala en la frente de Reyes, o Pablo Escobar con el cartel de detenido en El Espectador. A todas esas imágenes, como dice Antígona Gómez, les digo No al olvido, porque no quiero.
A los uribistas radicales (no todos los uribistas son radicales, hay que aclararlo) les dejo aquí una imagen de lo que ellos consideran terror: un gato con rabia.
En otras partes de este país nacionalista se considera terror que personas que marcharon el 6 como Antígona sean objeto de amenazas de muerte de los paramilitares fascistas, o que en circulos de Universidades rueden por ahí estas indignaciones .
Perdón por este post pero creo que me mordió el gato de la rabia por ver qué noticias y qué muertos son los que importan en Colombia.