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domingo, agosto 24, 2008

Cromos

Cromos habla también de fotografías, de dibujos o figuras destinadas a una colección infantil. En nuestro país, en Colombia, también es una revista de farándula, una de las revistas del corazón. A veces, los buenos reportajes se encuentran más en estas revistas que en los reconocidos medios masivos. Los dejo con el siguiente reportaje que pueden también encontrar en este enlace: http://www.cromos.com.co/cromos/Secciones/Articulo.aspx?idn=4447


El río de la muerte


Un equipo de Cromos navegó durante cinco días por el cauce del río Cauca y comprobó que su fama de cementerio flotante sigue intacta, como si todavía se vivieran los tiempos de la guerra entre los carteles del norte del Valle.

Por Fernando Cárdenas/ Fotos Christian EscobarMora

En compañía de pescadores, la madre de un joven de 24 años acaba de encontrar flotando en el río el cuerpo de su hijo, cerca de Bolívar, norte del Valle.


El desangre en el río todavía sigue latente. Lo malo es que los vecinos de los pueblos ribereños ya ni siquiera se toman el trabajo de atrapar los cadáveres porque temen meterse en problemas.


La policía de estos pueblos del norte del Valle sostiene que es cosa de todos los días el trabajo de recoger restos humanos del río Cauca.

En la carta de navegación de un puñado de ambientalistas estaba previsto que el viaje duraría cinco días a bordo de un barco por el río Cauca para denunciar la contaminación de las aguas y promocionar un referendo en los pueblos ribereños. Pero la travesía cambió de rumbo. Al arribar a Bolívar, municipio del norte del Valle, apareció el cuerpo de un joven de 24 años, flotando en las oscuras aguas que hace treinta o cuarenta años dejaron de albergar peces.

Cuando llegamos a la orilla, la policía se encontraba acordonando la zona y la madre se subió a una lancha para reconocer el cuerpo de su hijo que descansaba unos metros río abajo. Ella sabía que si alguien se pierde en estos lados, lo más seguro es encontrarlo en algún punto del cauce. “Es un caso de limpieza social de los narcos, de ‘los Rastrojos’, la gente empezó a reclamar porque fumaba marihuana”, confiesa un poblador.

A pesar del dolor y de la tragedia de esta familia, aquí dicen que la señora tuvo suerte al encontrar a su hijo en el río. No fue de las que se mordió el luto, como les ha ocurrido a las víctimas de la matanza de Trujillo, entre 1988 y 1990, cuando narcoparamilitares tiraron al río 342 personas que militaban en cooperativas y participaban en marchas campesinas. Pocos cuerpos se rescataron.

Este recorrido ecológico resultó ser una marcha fluvial de la muerte. Los tripulantes de la embarcación llamada Caucayaco con unas 20 personas a bordo, invitadas por Ecofondo, comprobamos que todavía ocurre el desangre en sus aguas, como en los tiempos en que sirvió de inspiración a Julio Luzardo para hacer el largometraje El río de las tumbas, hace ya cuatro décadas.

Los muertos

El primer hallazgo ocurrió cerca a Buga. Íbamos observando marraneras y vertederos que contaminan el borde de la corriente y que convierten el cauce en una morgue con olores pestilentes cuando, sin darnos cuenta, entre la basura emergió el primero de los cuatro cuerpos abandonados que veríamos en la superficie. Fue Christian, el fotógrafo, quien descubrió al revisar sus láminas que en este punto empezaba la historia macabra.

Son crudas, por si acaso: frente a nuestra nave flotaba el triste espectáculo de un hombre sitiado de gallinazos. Una de las ambientalistas sacó su celular y llamó a la policía de Cali a reportar el suceso. Otra le gritó a un lugareño del hallazgo, pero este no movió una ceja. Los demás sacaban cámaras para capturar el registro. Hernán, el lanchero, con 30 años en las artes fluviales, nos dijo como para suavizar el panorama, que antes era peor: “Veíamos pasar en un día hasta 12 cuerpos amarrados como plátanos”.

Cincuenta metros más allá, también con una asamblea de gallinazos, apareció boca abajo un segundo cadáver: una mujer joven con marcas de tortura en varias partes del cuerpo. “Ambos eran indígenas del Cauca”, dice el conductor y agrega que los cuerpos habían pasado tres días atrás por la altura de Juanchito, como si formaran parte del paisaje, pero que nadie los recogió, porque hacerlo es un lío legal. Ni los municipios cercanos acogen el llamado humanitario, por los costos del levantamiento y de la ceremonia, así que dejan todo en manos de la corriente. La ceguera sirve para esquivar aprietos, engorrosas declaraciones judiciales y el río hace su parte para borrar las evidencias.

El silencio apareció en la barcaza como un leñazo. El escritor y abogado de oficio del río, don Óscar Salazar, se levantó con ahogo y sostuvo que este afluente es “el carro basurero de los municipios, y el carro funerario de una comunidad salvaje que arroja ciudadanos al río”. Este hombre viejo intentaba explicar un fenómeno de desapariciones que se repite desde hace décadas

La historia más conocida es la de Trujillo con sus más de 300 víctimas. Yamile Vargas, de 22 años, llora a su padre que nunca apareció. Ella no se sienta en la orilla a mirar el horizonte. Más bien lo busca en un álbum tipo Panini donde se registran los muertos de la masacre y pone sobre su estampa una foto carné a color, para que se vea mejor. Y cuando tiene tiempo, va a visitar las esculturas que hay en el parque-monumento que están levantando en uno de los cerros del municipio, como un símbolo de reparación.

Doña Consuelo, la encargada de este lugar, sostiene que las víctimas no quieren ir al río. Ya perdieron la esperanza de encontrar a sus familiares, así que el monumento, con unos dibujos que simbolizan a sus muertos –a su marido y a sus dos hijos–, les sirve para calmar el dolor. “Es la única forma de superarlo”, agrega.

A esta altura del río Cauca, en el norte del Valle, son los areneros los que conocen mejor la ruta de los desaparecidos. Antes, cuando las aguas lo permitían, ellos eran pescadores. Ahora uno de estos hombres cuenta que el peregrinaje termina en Beltrán, en el departamento de Risaralda. Allí el afluente se vuelve más tranquilo, con remansos y un gran remolino que detiene cualquier avance. Y hasta ese punto, todavía llegan familias desesperadas buscando a sus muertos. Vienen de río arriba, de pueblo en pueblo, preguntando a los vecinos de la orilla si han visto algo, aunque no siempre tienen suerte. “Yo los llevo en mi bote, nos damos una vuelta a ver si vemos algo y hablamos con la gente por si algo”, comenta el arenero.

Por culpa de la geografía, en Beltrán se han recogido más de 500 NN en las dos últimas décadas, que reposan en Marsella, a menos de una hora en carro. En los noventa, el peregrinaje de las familias obedecía a los muertos de la contienda entre los carteles, entre los ejércitos de ‘Don Diego’ y Wilmer Varela, ‘Jabón’. Luego vinieron por las matanzas de las autodefensas de Carlos Castaño Gil, tras el cambio de siglo, después vendrían por culpa del Bloque Calima, al mando de Ebert Veloza, alias ‘HH’, quien reveló bajo la ley de Justicia y Paz que sus hombres tiraban los cuerpos (más de 500) a este torrente para ahorrar tiempo y dinero, y borrar las huellas del terror.

Ahora los que marchan son las víctimas de los “rastrojos”, esos sicarios y traquetos herederos de los grandes capos, de los Urdinola o de los Henao, que se disputan el Cañón de las Garrapatas, una ruta confiable para sacar cocaína de alta pureza por las costas del sur de Chocó.

Turismo fúnebre

Sin importar las razones, en Marsella, un tranquilo pueblo cafetero, las autoridades han realizado una labor humanitaria poco frecuente, con unos costos enormes: una mala fama sin merecimiento, todo por recoger los cuerpos y enterrarlos en el cementerio público. Debe ser por eso que a los pobladores no les gusta la idea de que lleguen forasteros interesados en el turismo fúnebre que ofrece el cementerio. O que arriben semanalmente esos familiares para ver si esos cuerpos corresponden a uno de los suyos. En especial luego de que las autoridades borraron con pintura blanca las marcas de NN de las tumbas, para neutralizar el fisgoneo.

La verdad, como comenta el sepulturero Luis Gómez, es que son demasiados los cuerpos que han llegado provenientes de las aguas tranquilas de Beltrán. “Ya no los puedo contar”, dice. De todos, el que más recuerda es un deportista que venía torturado, que vestía pantaloneta. “Era muy jovencito y venía con rodilleras”, aclara Gómez, quien en sus tiempos libres es árbitro de fútbol.

Curtido y quemado por el sol, su mayor preocupación consiste en que el cementerio ya no tiene más terreno para recibir restos humanos. “Yo he pedido que se agrande el sitio”, explica. Sin embargo, sus palabras no serán escuchadas en la alcaldía. Según Medicina Legal, el número de muertos registrados en Marsella ha disminuido considerablemente en los últimos años, al pasar de 150 anuales encontrados en el río hace 10 años, a 5 en 2007, y 3 este año.

Y ese descenso de muertes violentas es una excelente noticia que descarta cualquier ampliación del camposanto. Pero contradice las voces de los pescadores del río, quienes explican que lo único que ha cambiado es que ahora ya no recogen los cuerpos por amenazas de unos narcos que se aparecen en “camionetas oscuras”. Más en confianza y en voz baja, revelan que las verdaderas razones están en que las autoridades locales les advirtieron que si sacaban un muerto de las aguas iban a tener que declarar en un juicio.

De modo que con esta política de indiferencia, el peregrinaje de los cinco o seis cuerpos semanales que arriban al remolino de Beltrán ya no tiene un muro de contención. A veces, estos hombres dan un empujón a los restos para que sigan su viaje y se desintegren más allá. Así, con ese poco de ayuda, no ponen en peligro el espacio que aún le queda al cementerio de Marsella y tampoco desinflan los aplausos por las estadísticas positivas de violencia.

sábado, julio 19, 2008

No olvido porque no quiero

Y bueno, mañana en la marcha contra los campos de concentración de LaFar no se me podrá olvidar esto, que es algo que mejor los describe Lobo desde su blog (ya que está de moda hacer cadenas de emails con escritos fascistas que escriben ciertos bloggeros pues yo replico un contenido más humano y libre en este blog) :

La Patria


Esa es la palabra del día, del mes, en Colombia. Se resuma patria por todos lados. En medio de la alegría por la liberación de algunos secuestrados por lafar (alegría a la que nos sumamos aquí), el espíritu de la patria parece englobarlo todo: el clima, la economía, la música, la cultura.
En medio de este ambiente, se prepara una nueva marcha para el próximo domingo. Shakira cantará con Vives, Juanes con Íngrid y Bosé, Cabas con no se quién. La marcha será otro hecho mediático (más que ciudadano), en el pulso por la favorabilidad en las encuestas. Y todo serán cifras astronómicas y favorables: que llegó más inversión extranjera (no se dice que mucha de ella tiene procedencia dudosa), que se vendieron más carros, que Torres hizo dos goles (super golazos nunca antes vistos), que la economía va mucho mejor (lo dijo hace unas horas Shakira en Caracol. Sí, Shakira, una de las mujeres más adineradas -y ricas- del mundo), que la popularidad de Uribe ya no hay cómo medirla y que Dios manda desde Roma bendiciones al ubérrimo.
La patria olvidará mañana al sindicalista del Polo que se entierra hoy, detenido y desaparecido por fuerzas oficiales, según éste comunicado. Guillermo Rivera llevó a su hija a la ruta del colegio y luego desapareció, después de ser abordado en plena vía pública de Bogotá, por sujetos que a la postre lo torturaron y asesinaron.
La patria ha asesinado a 29 sindicalistas como Rivera, en lo que va corrido del año.
La patria mata 5 sindicalistas al mes.
La patria mata un sindicalista a la semana.
La PATRIA está ensangrentada, tiene las manos y la boca y el alma sedienta de sangre.
Al final del día la patria reza el rosario. Y se lava las manos.

jueves, julio 10, 2008

Léa


Y esta semana se fue una primera plana en un periódico mexicano, y he escrito mucho sobre Ingrid. Sé que los franceses la quieren ver como un santa, su Juana de Arco. Pero después de todo eso estuvo Louise, Louise Michel. Nació en Marsella en 1830 y fue sirvienta, luego maestra y después anarquista. Luchó en la Comuna de París comandando un batallón femenino. Fue detenida y exiliada por diez años. Escribió las Memorias de la Comuna de París entre otros textos dramáticos. Y después de todo eso llegó el mayo del 68, y un grupo de jóvenes que nacía en esos años forma un grupo que toma su nombre y pasa a llamarse Louis Attaque. Y luego Ingrid llega a París, y esta canción de Louis Attaque suena tan bien con su fotografía y lo que es y no alcanza a ser, lo que puede ser por no ser. Y frente a la baraja de candidatos de nuestra democracia y lo que yo quisiera (sé que hay una distancia infinita entre Louise, lo que yo quisiera de verdad, e Ingird, tanta que es incomparable y sólo unidas en esto gracias a la letra de Louise Attaque y el nombre del grupo), Ingrid cumple para mi un requisito que la diferencia de muchos de la baraja, y se muestra así en la canción: elle est pas terroriste (ella no es terrorista).

Léa
Léa elle est pas terroriste elle est pas anti-terroriste elle est pas intégriste, elle est pas seule sur terre elle est pas commode, non elle est pas comme Aude elle est pas froide, elle est pas chaude pour une nuit realiste elle est pas créditeur , elle est pas méchante, mais putain qu'est ce qu'elle est chiante
Léa elle est pas Intérimaire, elle est pas comme ma mère elle est passagère, elle est pacifiste, elle est pas d'accord, elle est passionnée elle est pas fute fute, elle est pathétique, elle aime pas tous mes tics elle est pas solitaire, elle est pas solidaire, elle est paresseuse elle est pas réciproque, elle est pas en cloque elle est pas d'la region PACA, elle a qu'à s'envoler
Léa elle est parisienne, elle est pas présentable elle est pas jolie, elle est pas moche non plus elle est pas à gauche, elle est pas à droite, elle est pas maladroite
Léa elle est pas terroriste, elle est pas anti-terroriste elle est pas jolie, elle est pas moche non plus elle est pas toujours drôle, elle est pas libre, elle est pas tentée, elle est paternaliste elle est pas inspirée, elle est patiente elle est pasticheuse elle est pas cible, elle fait pas la politique
Léa elle est parisienne, elle est pas présentable elle est pas jolie, elle est pas moche non plus elle est pas à gauche, elle est pas à droite, elle est pas maladroite elle l'a pas volé, elle passing-shot, elle est passe-temps, elle est pas stable elle est pas passable, elle est pas partout elle dit Qu'elle partira ou elle est même pas venue elle est partisane, elle est pas pas pas sortable et ça j'vous l'ai pas pas déjà dit qu'elle est parisienne, elle est parisienne, elle est pas terroriste, elle est pas terroriste Léa elle est parisienne, elle est pas présentable elle est pas jolie, elle est pas moche non plus elle est pas à gauche, elle est pas à droite, elle est pas maladroite.

domingo, junio 22, 2008

Василий Перов - Vasily Perov

B. las trajo alguna vez al país. De la Rusia de los años 70 aún había rastros, una pipa con la figura de Lenin permanecía impasible encima de la mesa. Hoy B. ya no fuma. Luego, como se pasan los manuscritos, escogió en especial un recuerdo de ese viaje, era una postal y me la obsequió como si fuera un regalo que contuviera algo oculto dentro de sí. El anverso estaba en ruso, pero se dejaba leer un nombre propio: Vasily Perov. De eso hace seis años. Cada vez que veo esta postal (sólo tengo que levantar la vista en mi mesa de estudio) me imagino ante el cuadro y pienso en el futuro de éste país, en su inmesa desolación, y una voz oscura, en la que creo adivinar a Leonard Cohen cantando "I've seen the future, baby: it is murder ".

Vasily Perov. Tea-Party at Mytishchi near Moscow. 1862. Oil on canvas, 43.5x47.3 cm. The Tretyakov Gallery, Moscow, Russia.

miércoles, marzo 12, 2008

Todesfuge

Fotografía de Paul Celan

Anoche me levanté a las 2 a.m. y tenía a mi lado el libro "Doce anillos" del ucraniano Yuri Andrujovich (Acantilado, 2007), que trata sobre un fotógrafo extranjero en su propia tierra, haciendo viajes de Austria a Ucrania, pero me acerqué a mi libreta de apuntes en donde había copiado algunas cosas de Celan. Pensé en el poeta Paul Celan y en su muerte. Celan había estado leyendo una biografía de Hölderlin que dejo abierta sobre su mesa, con un pasaje subrayado: "A veces el genio se oscurece y se hunde en lo más amargo de su corazón".

Paul Celan salió a caminar un día de abril de 1970 por esa París que no lo vio nacer, por la Francia que no lo salvó cuando los rusos llegaron y se fueron, cuando los alemanes entraron. Celan había nacido 50 años atrás en lo que hoy podría llamarse Ucrania (región que ha tenido muchos nombres), en la ciudad de Czernowitz, capital en ese entonces de la provincia de Bucovina. Región que luego pasó a ser un anexo de Rumanía, un anexo de la U.R.S.S. en la que toda su población, con una fuerte presencia judía, terminaría luego siendo una ciudad más del protectorado alemán (el espejo del horror y el horror). La Czernowitz para los alemanes, Chernivtsy para los ucranianos, Cernauti para los rumanos y Tchernovtsy para los rusos.

Pensé en Celan escribiendo poemas. Uno de sus poemas, Fuga de muerte, relata en versos que sonarían como una fuga musical todo el horror de un campo de concentración. Pensé en Celan escribiendo poemas en los que cuenta la muerte de su madre, sabiendo que con cada verso que escribía llamaba de nuevo a los asesinos, los convocaba en su memoria y se repetía la escena, el corazón herido de plomo de su madre. Cada vez que escribía sobre ese tema volvían a asesinar en el poema a su madre. En un poema que Celan no quiso publicar en vida, escribía:

Madre, ellos callan.
Madre, ellos soportan
que la infamia me difame.
Madre, nadie
contradice a los asesinos.
Madre, ellos escriben poemas.

Luego imaginé a Celan caminando por la orilla del Sena. Bajando de su casa y acercándose al puente Mirabeau, que queda a poca distancia de la calle en la que vivía. Carlos Ortega, en el prólogo a sus "Obras completas" (Trotta, 1999), abre con un poema de Apollinaire sobre el puente Mirabeau:

Bajo el Pont Mirabeau discurre el Sena
Con mis amores
Por qué me lo recuerda
Primero era el placer después la pena

La noche va trayendo su momento
Van pasando los días yo me quedo

Ortega rastrea de inmediato un verso de Celan sobre el mismo puente Mirabeau sobre el Sena, que se encuentra en el poema "Y con el libro de Tarusa":

Del sillar
del puente, del que
él rebotó
hacia la vida, en vuelo
de heridas, - del puente Mirabeau.
Donde el Oka no fluye. Et quels
amours!

En la ciudad de Tarusa, atravesada por el río Oka, nació la poeta rusa Marina Tsvietáieva en 1892, y un verso de ella abre el poema de Celan. Tsvietáieva era admiradora y le escribía cartas a Maiakovsky, quien se suicidó en un lejano abril de 1930. Tsvietáieva se ahorcó en 1942. El primero de mayo de 1970 es encontrado el cuerpo de Celan ahogado en el Sena. El día de su entierro la ganadora del Nobel Nelly Sachs, su amiga (más que una amiga su hermana y también ella sobreviviente de esa transformación del nacionalismo en el fascismo Nazi), moría en Estocolmo. Un año después el crítico y amigo Peter Szondi, también sobreviviente judío en la Alemania nazi, se suicidaba.

Pensé entonces en ese capítulo oscuro de Primo Levi, en su muerte aún no aclarada entre el descanso y el suicidio. Pensé de nuevo en Celan en el año de 1942, viviendo bajo el comando alemán y en el trabajo que tuvo que realizar para sobrevivir: recoger todos los libros escritos en ruso que hubiera en la ciudad y luego quemarlos. Pensé entonces en uno de los personajes de Bohumil Hrabal en su libro “Una soledad demasiado ruidosa”, un hombre que vive de prensar y destruir libros en Praga. Pensé entonces en Bohumil Hrabal, balanceándose en un quinto piso y su muerte aún no aclarada que apunta hacia el suicidio.

Llevaba dos días sin dormir y luego dormí casi dos días. Estoy ayudando a escribir algo para un magazín del Corriere della sera en donde todo es bonito y bello en esta ciudad. El amanecer de esta mañana fueron para mí las 2 a.m. y no todo era bonito y bello. Al levantarme volví a escuchar los acostumbrados disparos que vienen desde el cerro y pensé en que sobre las mismas avenidas de esa ciudad chic que estoy describiendo pasó una marcha de las víctimas. Una marcha que fue tímida al principio, cargada de miedos y gente sin voz ante el nacionalismo rampante que no le interesa ver otras víctimas, que niegan su derecho a existir como tales. Una marcha tímida al principio que degeneró 6 horas después de su inicio en un conflicto en la Plaza de Bolívar. Amigos de otros países (Argentina, México, Paraguay, Chile, Francia y los nombro para que no piensen que puede haber sesgos en la apreciación) que asistieron a esta marcha (algunos a la anterior) y dieron su visión, su diferencia entre las dos marchas: en una, la que era exclusivamente Contra las Farc, se gritaba una sola consigna y había fuerte presencia de la voz y muchas manifestaciones distintas de esa voz con pocas pancartas y mucha camiseta blanca patrocinada por la empresa privada; la otra marcha, la de las víctimas, era más callada y llena de recursos simbólicos como las pancartas, las fotografías y el arte dramático, y las pocas consignas eran las de las agrupaciones de siempre.

Se ha dicho que la primera victima de un conflicto es la verdad, pero creo que la primera víctima en un conflicto es la palabra, ese verbo del que hablan los cristianos. Una de las víctimas de nuestro conflicto es la palabra de las víctimas del mismo. Hoy escuchamos a sus victimarios por doquier, hablan en medio de aplausos ante el congreso (sólo hay un sitio en internet que al parecer recuerda ese bochornoso acto: esfera pública), los sacerdotes bendicen a los asesinos, interrumpen la transmisión normal de televisión y hablan de manos cercenadas o sacan comunicados en periódicos distantes o en páginas web suizas, encierran en campos de concentración con cadenas o desaparecen inocentes en caballerizas, escriben comunicados y ellos escriben columnas de opinión (1 , 2 ...); son los asesinos, ellos escriben poemas. "Madre, nadie contradice a los asesinos. Madre, ellos escriben poemas".
Fotografía de Falena:

FUGA DE LA MUERTE

Negra leche del alba la bebemos de tarde
la bebemos a mediodía de mañana la bebemos de noche
bebemos y bebemos
cavamos una fosa en los aires no se yace allí estrecho
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
lo escribe y sale de la casa y brillan las estrellas silba a sus mastines
silba a sus judíos hace cavar una fosa en la tierra
nos ordena tocad a danzar

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos de mañana a mediodía te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
Vive un hombre en la casa que juega con las serpientes que escribe
que escribe al oscurecer a Alemania tu pelo de oro Margarete
Tu pelo de ceniza Sulamit cavamos una fosa en los aires no se yace allí estrecho

Grita hincad los unos más hondo en la tierra los otros cantad y tocad
agarra el hierro del cinto lo blande son sus ojos azules
hincad los unos más hondo las palas los otros seguid tocando a danzar

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía da mañana te bebemos de tarde
bebemos y bebemos
vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margarete
tu pelo de ceniza Sulamit juega con las serpientes
Grita que suene más dulce la muerte la muerte es un Maestro Alemán
grita más oscuro el tañido de los violines así subiréis como humo en el aire
así tendréis una fosa en las nubes no se yace allí estrecho

Negra leche del alba te bebemos de noche
te bebemos al mediodía la muerte es un Maestro Alemán
te bebemos en la tarde y mañana bebemos y bebemos
la muerte es un Maestro Alemán sus ojo es azul
él te alcanza con bala de plomo su blanco eres tú
vive un hombre en la casa tu pelo de oro Margarete
azuza sus mastines a nosotros nos regala una fosa en el aire
juega con las serpientes y sueña la muerte es un Maestro Alemán

tus pelo de oro Margarete
tus pelo de ceniza Sulamit

Paul Celan
De "Amapola y memoria" 1952

La traducción es de José Luis Reina Palazón para la edición de Trotta

martes, marzo 11, 2008

Clap Clap

Me levanto a aplaudir a Claudia López. Pero esta columna se lleva los aplausos y las gracias totales. La única politóloga seria en este país es ella y merece todo el apoyo que se le pueda dar, así sea replicando sus columnas.
Y en esta columna, esa legitimación pública de la pena de muerte en este país de la que nos habla Claudia nos debería hacer pensar, a este país tan violento y ansioso de sangre, y mutilaciones, de manos cortadas de cuerpos vencidos, de pedazos de cuerpo flotando en ríos de tiempo, de serpientes, motosierras y minas y pipetas de gas. Una amiga paraguaya no sabe cómo responderle a sus hijos cuando le preguntan por la guerra en este país y la violencia en los colegios colombianos (eso que estudian en uno de los mejores colegios de Bogotá) y cuando su hija llega a decirle que los niños juegan a la guerra y escucha en los pasillos a la gente deseosa del conflicto se pregunta si no fue un error venir a este país. Otro amigo extranjero dice que somos 'un país putamente violento'. No sé cómo explicar esto en otros países sin que me de vergüenza.
Cada vez nos parecemos más al pueblo romano viendo descuartizados en el coliseo, y nuestro petit emperador cada vez deja de ser Alejandro Magno para mostrarnos la cara de un codicioso Octavio y por mucho más se acerca a un Calígula o a un Nerón. Ahora recuerdo que cuando empezó esta euforia nacionalista y la concentración de poderes, estaba tan empapado de la historia romana que no paraba de pensar en cómo el pueblo de Roma había abandonado La República para darle todos los poderes a un Octavio que lograra la unidad y vencer al enemigo interno. Octavio pasó a gobernar con mano firme. Triunfó y fue llamado el augusto. Augusto pasó a ser su nombre cuando Roma le obsequió el fin de La República y el fue premiado con la corona del emperador.
Ave cesar saludarían luego los romanos a su figura; saludo que fue copiado por los alemanes del III Reich en el Heil, el del famoso Heil Hitler. Todos los poderes de Roma se concentraron en su figura y tras la desaparición del augusto llegó Nerón y luego Calígula, y nadie pudo impedir que los animales destruyeran la nación en medio de un caos sangriento porque el pueblo entero, enardecido había permitido la concetración de poderes y las alabanzas al augusto que había violado todas las leyes internas. Ave Cesar, Ave Álvaro el augusto, Heil diremos después a tu sucesor o a tu tercer mandato.
NUESTRA POLÍTICA EXTERIOR
¿Aprendimos algo de la crisis?
Claudia López. Columnista de EL TIEMPO.

¿Aprendimos algo de la crisis diplomática?
Nunca en la historia de Colombia tres naciones habían roto relaciones diplomáticas con el país en una misma semana. Nunca habíamos violado intencionalmente la soberanía de otro país. Nunca una posición colombiana había sido rechazada unánimemente por el resto de Latinoamérica. Nunca por un incidente generado por Colombia se había argumentado que estábamos desestabilizando la región. Colombia siempre se había preciado de su apego al derecho internacional y hasta teníamos fama de buenos mediadores por nuestro papel en la paz centroamericana. Esa buena reputación de siglos se diluyó en una semana, fruto de los seis años de descuido, desprofesionalización y unilateralismo de la política exterior del actual gobierno.
Del espectáculo tropical de unos presidentes que se amenazan por la mañana y se abrazan por la tarde quedó en evidencia que todos exageraban, que por eso a todos les tocó echar para atrás un poco, que a nuestros gobernantes les sobra de adrenalina personal lo que les falta de estadistas para sus naciones y que Colombia está sola en el discurso antiterrorista en América Latina.
Ningún país latinoamericano compró la teoría de que la amenaza terrorista de las Farc justifica cualquier medio para derrotarla. Tampoco compraron la teoría de que somos un país pacífico, que respondía en legítima defensa o defensa preventiva. Ni siquiera compartieron nuestra afirmación de que las Farc son una organización terrorista. Colombia está sola en ese discurso.
En la declaración de la Cumbre del Grupo de Río se afirma: "Rechazamos esta violación de la integridad territorial de Ecuador y, por consiguiente, reafirmamos el principio de que el territorio de un Estado es inviolable y no puede ser objeto de ocupación militar ni de otras medidas de fuerza tomadas por otro Estado, directa o indirectamente, cualquiera fuera el motivo, aun de manera temporal". Y añaden: "Reiteramos nuestro firme compromiso de combatir las amenazas a la seguridad de todos sus Estados, provenientes de la acción de grupos irregulares o de organizaciones criminales, en particular de aquellas vinculadas a actividades del narcotráfico. Colombia considera a esas organizaciones criminales como terroristas".
La única razón por la que la declaración de la OEA fue menos dura que la del Grupo de Río es porque Estados Unidos es parte de la OEA y no de ese grupo, y fue el único país que apoyó a Colombia. Fue el voto y el veto de Estados Unidos los que ayudaron en la OEA, no el magistral discurso de nuestro embajador. De hecho, en el Grupo de Río tampoco sirvió el discurso del Presidente, a quien le tocó correrse de todas las amenazas de la mañana y empezar a repartir abrazos y disculpas por la tarde, cuando era evidente que estaba solo y la declaración de los demás países iba a rechazar la posición de Colombia.
Por andar nombrando de embajador y cónsul al hijo o amigo de cuanto politiquero pasa por la Casa de Nariño, Colombia tiene, con contadas excepciones, representaciones diplomáticas en el exterior que dan vergüenza; que evidentemente no han hecho el trabajo de explicar nuestra compleja situación y no han sabido vender nuestras razones y políticas. Al equipo de la Cancillería en Bogotá ni siquiera lo consultaron durante la crisis. Ni en Washington ni en República Dominicana estuvo nuestro experto vicecanciller y encargado de estos temas, Camilo Reyes. Al Canciller apenas lo usaron para leer comunicados. Esa es la calidad de nuestra diplomacia e igualmente proporcionales fueron los resultados. La ciega euforia nacionalista dirá que nada importa, que nosotros somos buenos, que los demás son tropicales y hasta pro guerrilleros.
Y para cerrar la coyuntura con broche de oro y no dar margen alguno de duda sobre el alcance pacifista de nuestro gobierno, nos aprestamos a pagar 5.000 millones de pesos a un delincuente de las Farc por matar a otro. En este paraíso pacífico se valida la pena de muerte y hasta se paga por ella. A ver cómo les explicamos a nuestros hijos y al resto del mundo esta otra perlita.

Claudia López

sábado, agosto 18, 2007

Agua (1)

Anoche me encontré con el C*. Pura casualidad pues había salido con viejas amigas de la universidad. Hacía tiempo que no lo veía. Pregunté por su ausencia y me dijo que acaba de volver al país después de haber sido arrestado en Panamá. Dejé con sorpresa mi cerveza en la mesa. C* se puso a reír. Me explicó que había estado en un calabozo infestado de ratas por tres días. El cargo era ser indocumentado. Se volvió a reír y ya sabía qué había pasado.

Hacía un tiempo estaba trabajando en un reportaje sobre el tránsito de indocumentados en el mayor sigilo. De esta forma cruzó la frontera del Tapón del Darién a pie; sobra decir que la zona es en extremo peligrosa. Siguió un río por tres días, dos de ellos sin comida ni agua potable. Logró cruzar y ser recibido de buena forma hasta el tercer control fronterizo, en donde él y el fotógrafo fueron detenidos. Gajes del oficio dice él. En los calabozos vio a indocumentados colombianos y chinos. Gracias a que es un periodista de prestigio logró salir del problema.

La ruta del agua sigue en tren más adelante, donde los dioses aún son de madera. Ahora recuerdo que también conocí a una joven investigadora mexicana que la había seguido. El día que la conocí me pareció muy bonita y no deje de pensar en el riesgo que afrontó con los 'coyotes'. La ruta del agua se convierte luego en subterránea. Muchas cosas pasan bajo tierra. Cuando el agua vuelve a salir ya estamos mojados en el Río Bravo.

sábado, julio 14, 2007

Coscoja II. Los antecedentes del secuestro en Colombia



Hace un tiempo escribí algo sobre esta moneda que está en los antencedentes de las formas de secuestro en Colombia; hoy puedo dejar aquí su fotografía.
"Luego miré de cerca la pequeña moneda de la guerra civil, cómo volvió a su encierro, la ficha que la catalogaba, el archivo que la esperaba. Y le di la despedida al hombre que pagó su muerte con ella, a su muerte resignada, en algún campo al lado de un río con un grupo de soldados y pocos caballos, poca comida, entregados a su modo a cumplir el papel asignado en la obra. Todos alumbrados por el prodigio, reunidos en un pequeño conjnto del paisaje como si estuvieran preparados para una foto, pero en un momento en cuyas miradas van más allá de la cámara o de un relato. Atrás del hombre que los mira, lista la cámara en su mano, muy atrás tal vez esté el horror o el prodigio".

martes, mayo 15, 2007

Crónica de Lobo

Me gustaría decir que lo que sigue es un cuento de Lobo, pero debo decir que existe en su calidad de crónica:
5/15/2007
Se estremece el Combeima

Anoche escribía tranquilamente Colombia Gótica en el Cañón del Combeima, donde tengo mi biblioteca. A las diez y media terminé de editar mi escritura, me desconecté de Internet y a las 11 y 11 minutos miré por última vez la hora en el reloj del Ipod antes de dormir (no tengo otro reloj, no es snobismo).

Me acosté contento. Había leído todo el día en tres libros distintos para mi tesis doctoral, había hablado con mi familia a las nueve y había actualizado mi blog desde mi retiro campesino. Aproximadamente a la una y cuarenta minutos me despertó un helicóptero que volaba sobre los cerros que bordean la vereda Pastales. Entre sueños seguí el sonido de lo que me parecía una nave perdida en una de mis pesadillas. Intenté dormir, pero dos ráfagas de fuego aéreo me hicieron saltar de la cama. Miré la hora: una y cincuenta y un minutos. Corrí a la ventana que da al patio y pude ver el fuego de metralla que caía en diagonal desde lo alto del cerro y que se dirigía, oh sorpresa, hacia las veredas Pastales, Pueblo Nuevo y Pico de Oro. No lo podía creer, parecía que la metralla iba dirigida al pueblo, a las casitas de los campesinos humildes de los cerros, a la humanidad entera del cañón.

Este primer ataque me introdujo en una sensación de irrealidad de la que no pude salir hasta ocho horas después, cuando hablé con los campesinos. Mientras los ataques se repetían, yo pensaba que de tanto escribir ficción ahora estaba metido en una especie de guerra de las galaxias o de black hawk down o de CNN desde Bagdad. Esto pensaba, cuando el ataque pasó a más abajo, a la vereda de Llanitos. Cambié de ventana (la casa tiene la misma orientación que el cauce del Combeima: mira hacia Ibagué) y mi asombro fue doble: desde una nube una nave invisible lanzaba hirientes flechas de fuego rojo que se dirigían hacia Llanitos. Miré el reloj: dos y diecisiete minutos. Ya se iba a cumplir una hora de ataques aéreos y yo no entendía lo que estaba pasando. Agucé el oído y escuché un par de tiros, seguro de fusil, pero no en ráfaga, que llegaban desde los cerros. ¡Estaban atacando a los helicópteros!

Seguí sin entender nada. La somnolencia no me permitió entender con claridad que yo habito en Colombia, el país donde se vive en una guerra no declarada, pero guerra al fin y al cabo. A esta hora, al parecer ya eran varios los helicópteros porque el fuego caía sobre un cerro o sobre el otro y las naves giraban invisibles en círculos por encima del río y por encima de las casas de los atemorizados vecinos. Para comprobar que yo no estaba en un sueño, decidí llamar a Ibagué por si el fuego amigo me ocasionaba daños colaterales. No había señal telefónica. No había luz. No se escuchaban los vecinos. Los ruidosos perros estaban en absoluto silencio. Tan aterrados como yo. El pánico me impidió seguir de una ventana a otra para ver la maravilla del fuego aéreo confundirse con el cielo estrellado. Bajé al primer piso y me puse a resguardo debajo de la plancha de cemento. Llamé a mi vecino pero nadie contestó. A las tres y treinta y tres minutos cantó un gallo. A las tres y treinta y siete se repitió la más fuerte descarga sobre Llanitos. A las cuatro cesó un poco el fuego aéreo. A las cinco los helicópteros ya no fustigaban los cerros vecinos, sino que avanzaban hacia el norte. Ellos continuaron el sobrevuelo hasta las seis y treinta de la mañana, cuando el sueño y el cansancio me vencieron.

Me duché a las diez de la mañana, sin saber que otros seres tan indefensos y frágiles como yo no habían podido dormir en toda la noche. Cuando saludé a mis vecinos, por fin la sensación de irrealidad me abandonó. Sufrí un terrible y deprimente golpe de realidad: la guerrilla de las Farc había atacado Llanitos y el pueblo estaba sembrado de destrucción y muerte. Lo que vi no era un mal sueño, era la triste realidad de un país abatido por la insensatez de la devastación, por la ceguera obtusa de los guerreros. Las montañas seguían ahí, trémulas de rocío y henchidas de amanecer, pero mortalmente heridas, fustigadas, pisoteadas envilecidas, convertidas en escenario de muerte.

Recogí mis libros y mis bártulos y abandoné como troyano en derrota lo que consideraba un escenario de paz y un remanso para el pensamiento. ¿Por qué el sinsentido del lenguaje de las metrallas? ¿Por qué la vida humana se convierte en trofeo de guerra? ¿Por qué los sueños de los colombianos continúan teñidos de sangre inocente? ¿A esto llaman seguridad democrática? ¿A esto llaman revolución?

Al despedirme del Combeima unos labriegos me mostraron varios proyectiles hendidos en un cultivo de fríjol. Ellos continuaron su faena y sus hijos la continuarán a través de nuevos soles y nuevas lluvias y bajo el mismo cielo estrellado y arrullados por el mismo río milenario. Cuando pasaba por Llanitos miré el cadáver de un campesino cubierto con una triste manta y solté una miserable lágrima y ante las ruinas del centro de salud pensé: estos hijos de nuestros hijos merecen la paz sobre la tierra.

Nota: una versión de esta entrada la pasé a la prensa. La publicarán? (La foto de la bota es tomada de El Tiempo).

Publicado por Arlovich en 5:35 PM 0 comentarios

Después de leerlo me quedé pensando en los campesinos y en este poema de Bolaño:
ENTRE LAS MOSCAS
Poetas troyanos
ya nada de lo que podía ser vuestro
existe

Ni templos ni jardines
ni poesía

Sois libres
admirables poetas troyanos


miércoles, abril 25, 2007

El cuarto de la última lágrima

"...pero de la violencia, de la verdadera violencia, no se puede escapar,.."
R. Bolaño

http://www.eltiempo.com/justicia/2007-04-24/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3525023.html

Vean esta nota y las informaciones relacionadas ahí. Sé que es doloroso, pero también veo las víctimas de las muertes en Virginia en USA y veo en Colombia a un país que de forma tácita apoya esto y quiere mirar para otro lado, un presidente que dice de forma pública que el hubiera sido un buen paramilitar no merece más que desprecio e indignación. Es a este país al que le conviene leer cosas como estas que aparecieron en EL TIEMPO sobre las actuaciones paramilitares en las zonas de desmovilización:

"Luego venía "la instrucción de coraje": repartían a la gente en cuatro o cinco grupos "y ahí la descuartizaban", dice Villalba en la indagatoria. "El instructor le decía a uno: 'Usted se para acá y fulano allá y le da seguridad al que está descuartizando'. Siempre que se toma un pueblo y se va a descuartizar a alguien, hay que brindarles seguridad a los que están haciendo ese trabajo".De los cuartos donde estaban encerrados, las mujeres y los hombres eran sacados en ropa interior. Aún con las manos atadas, los llevaban al sitio donde el instructor esperaba para iniciar las primeras recomendaciones:"Las instrucciones eran quitarles el brazo, la cabeza, descuartizarlos vivos. Ellos salían llorando y le pedían a uno que no le fuera a hacer nada, que tenían familia". Villalba describe el proceso: "A las personas se les abría desde el pecho hasta la barriga para sacar lo que es tripa, el despojo. Se les quitaban piernas, brazos y cabeza.Se hacía con machete o con cuchillo. El resto, el despojo, con la mano. Nosotros, que estábamos en instrucción, sacábamos los intestinos".
"Los que llevaban a El Palmar nunca salían vivos. A algunos los enterraron en fosas lejanas a las viviendas de la hacienda. Aquí había una habitación a la que le decían 'el cuarto de la última lágrima'. Ahí los torturaban, los humillaban, cuenta un habitante de San Onofre. Los que sobrevivían eran conducidos luego a un árbol de monte donde los colgaban, finca adentro, y los tasajeaban como reses para que cupieran en las pequeñas fosas. De las 36 fosas halladas en el 2005, sólo una tenía los restos de cuatro personas. Las demás eran individuales, con una profundidad de 80 a 120 metros y de 60 por 60 centímetros de diámetro. En San Onofre, cuenta un hombre, la energía eléctrica se iba casi todos los días a las 6 de la tarde y todo el mundo se encerraba. Al otro día comenzaban a verse en las calles y las afueras los cadáveres de las víctimas".
"La ola de sangre no se detiene. Los muertos siguen bajando, pero los pescadores, por amenazas, ya no los rescatan. "Ahora uno les da una patada para que sigan", dice uno de ellos.En el Sinú también lograron rescatar cuerpos. "Sabíamos que había uno porque traía chulos encima", recuerda Wálter Galeano Montiel, un arenero del corregimiento Las Palomas, a 30 minutos de Montería. Él llevaba los cadáveres que veía contra la corriente hasta la orilla. En la mayoría de los casos era difícil identificar el rostro del muerto por el plomo y las mordeduras de peces. Muchos de estos cuerpos quedaron como N.N. en Montería".

domingo, febrero 04, 2007

El país de James Bond y el país de Rick (1)

1. Andrés Carnde Res versión Egipto y el alemán que gritó ¡Viva Colombia!

Después de conversar el tema con G y con la N, y pensar que lo que iba ser la entrada sería el reportaje perfecto para el C., tuve que cambiar toda la entrada y sólo voy a dejar lo pastelito.
El día sábado me encontré con P, su novia y su cuñada. Fuimos a comer picada bajada con pola en la versión del barrio Egipto de Andrés Carne de Res. Ellos recién llegaban de un viaje por la costa colombiana. A la tienda del barrio Egipto en la que estábamos llegó una señora manejando una camioneta Mercedes Benz tipo San Yong, nueva, color blanco. Se bajó del auto con media familia y los invitó a tomar gaseosa con pola. Por su manera de hablar y de conocer uno podría decir que la señora se había criado en el barrio Egipto y venía mostrando su progreso. No tendría más de 30 o 35 años. Sé que es prejuzgar a las personas, pero cualquier estudio probaría que los ingresos legales de los habitantes de Egipto no están por encima de la media de las mimas personas que se podrían llamar adineradas del norte de la ciudad. Egipto es un barrio obrero, lleno de habitantes con raíces populares y conocidos problemas sociales. Ver a la señora volver a su barrio montada en San Yong e invitando a todo el mundo, junto a una historia antes relatada, me hizo pensar que ésta es la época dorada de los narcos y los paracos en el país.

Cuando bajamos de Egipto ya se había hecho de noche y seguimos tomando Pola en algunos bares de La Candelaria. Ahí conocimos a Peter, un alemán de Colonia que se presentó como nacido en el único pueblo alemán con Carnaval y liberación sexual. Peter era el típico alemán, pelirrojo, ojizaul, grande, en pantaloneta y sandalias tipo Condorito en el frío más fuerte del verano en la noche en Bogotá. Al rato estuvimos hablando del exceso de arquitectos e ingenieros en Alemania, de los problemas del mundo, de lo idiotas que son casi todos los gringos y lo que él en su viaje había conocido de Colombia. Mencionó Taganga por encima de Santa Marta, y luego alzó los brazos blancos para gritar : ¡Viva Colombia!

Mi amigo P. se puso serio, luego se rió y le dijo, nada de viva Colombia, viva la pola, viva la cerveza, viva el chorizo. Al mirar a P, al escucharlo decir eso, con todas las distancias del caso, recordé inmediatamente uno de los diálogos más famosos de Casablanca. Mientras los alemanes nazis llegaban a Casablanca y controlaban a los franceses de la zona, el americano Rick atendía su bar. Al llegar al bar de Rick se sientan en una mesa un oficial italiano, un oficial francés y un oficial de la SS alemana e invitan a Rick a un trago. Rick nunca bebe en su bar frente a los clientes, pero los acompaña. Cuando le preguntan de qué nacionalidad es como preguntando por quién tomaría partido, Rick les contesta que su nacionalidad es: alcohólico. El francés sentencia que eso lo hace compatriota de medio planeta.

2. La estética ideológica RCN y el caso de "El Jugador"

Primero me disculpo por la tautología posible en el título ante los más quisquillosos en teoría social. Ahora bien, si llegan a creer que el país que más les gusta a las personas con complejo Bond es Inglaterra están muy equivocados. Ese país es Colombia. También declaro por principio que detesto a RCN más de lo que puedo detestar a El Tiempo. RCN es una cadena hecha por la élite del país, para ellos, para que se sientan identificados mientras compran ropa de diseñador, para los que cambiaron el INEM de Kennedy de Francisco el matemático por niños bien de colegios del Norte. Se me sale aquí la pendejada propia de Jaime Ruiz, pero estoy seguro que Jaime sería un fan del noticiero de RCN. Yo, lo acepto, pienso que ese es el peor noticiero y el peor canal de televisión del mundo, parcializado, mentiroso, cobarde, sólo amplifica la voz de su amo. Esta vez me deje llevar por el televisor y empecé a ver un nuevo programa que se llama "El Jugador".
El formato es británico, la ideología y lo parcializado es propio del más ramplón uribismo. Era el inicio de la primera ronda de juego y ya sabía quién iba a ganar, y no soy adivino ni nada por el estilo. La deducción era simple, iba a ganar el que dijo que había hecho curso de sub oficial. Se comportaba de manera perfecta, un jean y una camiseta que decía POLICEMEN, una sonrisa perfecta, confianza total, un hombre resuelto en sí mismo, como el buen presidentico, todo pantalla de medios. Su autoconfianza la amplificaba con el movimiento de su mano, tirando y recogiendo una ficha de casino. El personaje era todo un sobradito, mezcla entre yuppie y militar (el delirio para una niña estilo fashion RCN). A él se enfrentaba el que tenía pinta de padre de familia, el que tenía pinta de estudiante pobre y juicioso, el que tenía pinta de intelectual y el joven yuppie. Primero se retira, cuando iba ganando, el que parecía ser la representación del estudiante pobre. El que tenía pinta de intelectual sólo era pose, brazo cruzado, mano en la barbilla, con la muletilla de 'el conocimiento no se improvisa' aparecía en todas las rondas ante los colombianos como un farsante, un impostor que no había contestado bien casi ninguna pregunta y sólo cañaba con su presencia de intelectual. El resultado era obvio, estamos en la Colombia uribista, aquí gana el hombrecito, el milico, el duro, el 'chacho', el James Bond. Los intelectuales son unos farsantes de pura pose, los verdaderos hombres son otros, no hay padre de familia, ni yuppie, ni joven estudiante, es él, el suboficial de gran sonrisa el que se queda con los millones y las chicas en vestido de lentejuelas.
Por si no se han dado cuenta, eso es RCN, un canal lleno de fashion que dice que en Colombia todo está bien, que saca las noticias de la parapolítica con versión oficial, fuente oficial, y en la mitad del noticiero, casi como si no importara, ese es RCN, el canal que desde hace más de cuatro años casi siempre, y más siempre que casi, despliega en sus cinco primeros minutos de emisión noticiosa la imagen triunfante de su presidente. Por la sola ideología del canal, antes de la primera ronda de preguntas ya sabía que iba a ganar este personaje, que en la trama los que se precian de ser un intelectual iban a quedar mal parados. Yo no soy gran analista de medios, pero es que RCN es en verdad el peor medio de Colombia.
Pensé en gritar ¡Viva Colombia! ¡Viva La Nación Soñada! pero, a estas alturas de mi país y con este presidente, prefiero decir como P: ¡Viva la pola!. Y mejor, me declaro como Rick un alcohólico. Y prefiero mil veces tomarme la ginebra callado como Rick que fanfarroneando como el idiota de James Bond pidiendo su agitado y no revuelto, cosa que ya dice mucho de Bond ya que no tiene ni la más remota idea de que la ginebra en martini nunca se debe tomar agitada.

P.D: el DVD que tengo de Casablanca tiene un pésima traducción, por eso Rick aparece en la foto contestando con la palabra ebrio en lugar de alcohólico.