miércoles, septiembre 13, 2006

Anotaciones varias

Bueno, ante la ausencia de Internet en el fin de semana pasado tengo que hacer las siguientes anotaciones pendientes, primero sobre la reunión de TOL, luego sobre la muerte de Aristi y por último la charla con Antonio Ungar.

Primera anotación: que bueno estuvo lo de TOL, mucha gente bacana, es bueno ponerle cara a los bloggers que uno lee, y por esas cosas de la vida me aceptaron en CLAN-DESTINO. A webvargas, annie, Ruby Tuesday, seb, (). Patton, spitfire, pol, kainashi, carolinaus, giorgio, pol, kam, cerebro, rocket, winter, schizoid, coffee maker, angelique, grace, legalv y tantos otros bloggers de TOL que no alcanzo a nombrar, muchas gracias. Lastima, me quedé con ganas de conocer al elefante azul, a miss padawan y al chacal. La reunión estuvo buena aunque por motivos administrativos y de degenerado que soy, terminé con los del taller literario por eso lares y en una pelea de gallos justo en el momento en que repartían las tolas. Felicitaciones a los ganadores. Llegué para la rumba en Magnolia, me encontré con una vieja amiga de la U y terminé bebiendo con Winter. Gracias por el recibimiento a los de Clan Destino.

Segunda anotación: El viernes de la semana pasada fui al lugar acostumbrado. Mientras todos bebían cerveza y escuchaban música, yo llegué a leer unos cuentos de unos compañeros del taller de escritores del IDCT. En la pose literaria me acompañó Blake, quien aparentemente no tenía nada mejor que hacer, así que leímos cuentos y comentamos el caso de la niña austriaca secuestrada por un jodido, enamorado, solitario y pederasta Humbert local. No se iba a hacer nada más (jurado Tánger y Carolina, no se iba a hacer nada más) hasta que Fernando, el dueño del chuzo, empezó a invitar trago y nos comentó que Libia iba a hacer una nueva película sobre uno de los libros de Germán Espinosa. Al rato llegó Libia y le di las felicitaciones correspondientes frente a una nueva película del cine nacional. Pregunté cuándo iba a poder ver esa película y ella me dijo que primero tenía que salir el documental sobre Aristi. Mi memoria me traicionó y pregunté quién era Aristi. Libia nos contó la historia de Arisiti, el caleño que quería ser cubano. Aristi hablaba como cubano, cantaba como cubano, siempre con la voz de un Compay Segundo, cantando toda su vida boleros cubanos, salsa cubana, y que el sueño de u vida era poder ir a una cuba que él no conoció. Nunca tuvo el dinero para poder llegar a la isla. El documental debía terminar con un viaje de Arisiti a Cuba financiado por la propia Libia. El viaje debía ser en octubre de este año. Pero Aristi estaba destinado a no conocer a la Cuba que le cantó y murió la semana pasada. El documental será póstumo. Luego llegó el hijo de Germán Espinosa con su muy inglesa entrada de huevón y acabó con todo futuro de conversación, el hombre me da como pena al verdad, no hay derecho a ser tan huevón en esta vida. En el guayabo que me dejó la reunión de TOL este domingo pensé en la figura de Aristi, y vino el recuerdo. Una noche, recién había muerto Compay Segundo fui al cumpleaños de una de las hermanitas Lomanto (que son algo así como las hermanitas Font de la historia) que se realizó en Casa de Citas. Ese día, por la pelea habitual con el despecho eterno me senté en la mesa con unos tragos de ginebra y escuché al fondo un bolero cubano, cantando por un sorprendente viejo moreno, muy flaco, en un traje blanco con chaleco interno color crema, corbata blanca y sombrero blanco. Entonó con la voz más nostálgica que recuerde el Dos Gardenias en son de bolero. Creo que el Lobo llamó esa noche mientras sonaba esa canción. Ese cubano que no nació en Cuba, nunca vio Cuba ni era hijo de ningún cubano, ese cubano de corazón y colombiano por accidente era Aristi. Si alguien, alguna vez, escuchó a Aristi, espero que se tomen un trago de ron en su honor.

Tercera anotación: Llegué muy enguayabado el sábado al taller de escritores del IDCT. Esperaba ansioso los comentarios sobre mis escritos, pero por llegar tarde terminé llegando temprano a la charla con Antonio Ungar. Qué puedo decir de Ungar, el hombre sabe qué es escribir. Aún no tiene la obra que se diga que bruto pero lo libros de cuentos son buenos. En las novelas él mismo acepta que hay capítulos muy buenos y otros no tanto (pero igual, las novelas del hombre valen la pena, y es mejor leerlas en conjunto, el personaje de zanahorias voladoras y las orejas del lobo viene siendo el mismo). Ungar nos aclaró las cosas, así de sencillo como lo dice Dago para televisión, escribir y hacer televisión es en principio entretener, no tienes que probar que eres el mejor, el más putas, el más radical, el más existencial. Esto no quiere decir que uno debe escribir pendejadas o ver televisión basura, sino que la virtud del buen escritor está en poner las ideas, las sensaciones y demás cosas por debajo. La escritura tipo iceberg, sueltas un 10% de información en la obra que en un primer nivel de lectura entretenga y por debajo viene un 90% de cosas que prueban la calidad del escritor. David Lynch es un director que para mucho es enredado y denso, pero a cualquier espectador le queda claro la sensación de desasosiego y misterio que transmite, ese terror seco y frío. James Ellroy, por ejemplo, es un verdadero hijo de puta fascista, machista, pro Bush, pro pena de muerte, etc, a quien entrevistó Ungar en México sobre temas como por qué escribió una novela sobre la violación y muerte de su mamá, por qué escribir de lo podrido de Los Ángeles, y él respondía que sus mejores amigos eran los policías de Los Ángeles de generaciones pasadas y de ahí sacaba sus historias, luego la conversación llego a girar hacia Pambelé, y quedó en el aire la escritura de un Ellroy que no utiliza adjetivos, muchos puntos, informaciones secas como: caminó, llegó, disparó y que ese tipo de información pueda construir historias que estremecen la médula del hombre y desvelan el alma humana es muestra de un gran escritor. Luego Pantoja invitó a una cerveza a Ungar, y nos fuimos todos con él. Lo último que escuché consciente fue que en Colombia aún existe un espacio para que nazca la verdadera novela negra colombiana, lo que ha llegado hasta ahora son sólo intentos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Mazo, era más conocido como Arista, porque se llamab Aristarco nosequé....

¿Cómo hace uno para ir al taller de escritores del IDCT?

Éxitos

Tanger Soto dijo...

Mi pequeña larva de Scyphophorus acupunctatus o picudo del agave

Después de todo, qué viene ahora?

FALENAZUL dijo...

Eso Doctor...no haga más que andar por todos lados echando rulo...el viernes voy a estar en la Luis Angel. Me cuenta si puedo pasar a saludar...y a echar rulo.

wintermute dijo...

Usted esta en un taller de escritores del idct? oiga, quien lo dirige?? es q conoci a un resto de gente a ahi..

Mazo dijo...

Mauricio: la Red Nacional de Talleres RENATA, que creo dirige Ungar ahora, es muy probable que abra un taller para el otro año, hasta el momento van varios talleres por todo el país, en Florencia, en san Andrés, etc. cada taller regional tiene autonomía en los procesos de selección, en Bogotá se realizó una convocatoria abierta y los mejores textos fueron seleccionados, yo voy al taller de vez en cuando porque me invita Nahum que es el tallerista.

Tánger: pues me dijiste gusano, gusano rojo, gusano del maguey, mmm el gusano del mezcal, pues lo que viene ahora es si se puede tomar Mezcal :P

Falena: pues pase usted no más.

Winter: Pues hombre, la red la dirige Ungar y aunque me tomé una cerveza con el hombre la verdad no lo conozco, el tallerista o conductor, o amo y señor del chuzo es Nahum Montt, pero me imagino, no sé por qué, que usted conoce a Jairo, a Germán, a Pantoja, probablemente a Neil, ellos estuvieron ese día en lo de TOL pero temprano, luego agarramos pa la gallera. No es sino que diga y un sábado de estos se deja ver por el Tunal en el acostumbrado sitio de bebeta

Giorgio Pasteur dijo...

Pues una vez mas bienvenido a Clandestino, para nosotros es un gusto que usted sea parte de nuestro clan, espero qu este al tanto de la actividad "tranza musica" no?

Oiga que bacano eso de los talleres del IDCT, de verdad bien bacano.

Un saludo