lunes, mayo 08, 2006

Entre libros

Por los pabellones y callejones de la Feria del Libro de Bogotá apareció Fernando Cárdenas, el chileno, vestido de corbata, anunciando su libro de reportajes a través las dictaduras latinoamericanas publicado por Planeta. Para seguir con el chileno, completó la faena con un reportaje muy bueno hablando de los nuevos narradores colombianos, el cual apareció en la revista Arcadia, dirigida por la muy detestable (por Snob) Marianne Ponsford. En él se pueden apreciar comentarios como el siguiente de mi coterráneo Juan Álvarez, ganador del premio nacional de cuento Ciudad de Bogotá 2005, que decía sobre sus personajes: “Quiero que tengan una historia que contar, que sean éticos, y que interpreten la vida a su manera. Pero no deseo que lo exterior, una ciudad por ejemplo, sea la dueña del cuento”. Estos nuevos narradores ya no son sociólogos de la ciudad, y es más, tanto el fantasma de los edificios como el realismo de denuncia importa poco, entre ellos se encuentran joyas como esta de Álvaro Robledo: “Mi país desangrándose y yo pensando en el inconveniente de estar solo”. Si están de acuerdo o no es cuestión de gustos. Entre los narradores de novela negra y ciudad, en Alfaguara, el libro El Skimal y la mariposa va por la segunda edición, me imagino a Nahum con un trago en una mano y un chicote de marlboro philip morris va flip top en la otra, mientras practica su risa vocal: Je Je.

Entre otras cosas, Lobo se llevó a Murakami y a Primo Leví, el uno muy suicida y el otro muy vital, buen equilibrio. Días después, con Kika, encontramos libros técnicos, sobre geografía, pedagogía y un ensayo de Rossana Reguillo del Iteso de Guadalajara, al igual que remates de novelas negras de James Ellroy al lado de una joya de Quignard titulada Terraza en Roma.

De la visita queda como material para futuros posts:

Roberto Bolaño: Nocturno de Chile. Tal vez el último libro publicado que me falta por leer del chileno.

Haruki Murakami: Sputnik, mi amor y Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Murakami, un japonés, es tal vez el autor de moda de la feria. Es un escritor no subordinado a las tradiciones como Kenzaburo Oe o Yasunari Kawabata, mientras ellos leían los antiguos, Murakami leía a los norteamericanos, como Capote o Chandler. Promete ser interesante, cargado de personajes cotidianos. En las primeras páginas de lectura lo siento en realidad muy próximo. Sobre él leí en una reseña: historias llenas de mujeres fatales y hombres fatalistas.


Marcel Proust: La parte de Guermantes. Hacía mucho tiempo que esperaba poder compartir la emoción de ir comprando poco a poco toda la colección de En busca del tiempo perdido, ya llevo tres libros de los siete.


Antonio Tabucchi: Dama de Porto Pim. Historias muy cortas que ya leí hace algún tiempo en una finca, en tierra fría, llamada Turín, si dicha finca se hubiese llamado Vecchiano y tuviera mar, hubiera sido el escenario perfecto para dejarse ir en un viaje por las azores, mientras nos muestra la vida de ballenas, balleneros y amores imposibles, un teatro de hombres que al final son vistos por las ballenas. En sus páginas existen las primeras referencias que le dan el nombre y la idea que rige a este blog, aquí les lego unos instantes recogidos en el puerto de Horta:
“Para los navegantes que recalan en Horta es habitual dejar en el dique del muelle un dibujo, un nombre, una fecha. Es un muro de unos cien metros de largo donde se superponen dibujos de barcos, colores de banderas, números, frases. Recojo una entre otras muchas: Nat, de Brisbane. Voy donde me lleva el viento”.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo que te gusta Roberto Bolaño, tambien me gusta mucho, soy chileno, aunque no he leido todo lo del. A mi me gustan muchos los libros, aunque mi autor favorito es Bukowski, de el practicamente he leido todo lo que se ha traducido al español. Me parece interesante tu blog y lo seguire visitando.

José Luis Peñarredonda dijo...

Pregunta. ¿Este blog tiene algo que ver con el desaparecido pasquin El Mazo que durante cinco años sonrojó y divirtió a la Universidad del Rosario?

Anónimo dijo...

jaja, yo quiero responderle a Jose. Mazo viene de mazorra, el apellido del autor., pero nada raro, nada raro sería...