lunes, julio 09, 2007

El Café del Capitán Nirvana

Hoy el televisor me despertó con:Nirvana, Smells like teen spirit, y fui y me preparé un café, negro y cargado como un tren transportando carbón por un desierto a medio día: como si un café fuera a llevarse al fondo las noches en vela: como si las noches en vela se las llevará la fuerza de la gravedad: y mientras tomaba el café observaba la calle: calle en la que por cierto creo que asesinaron a alguien anoche: los disparos se escucharon a eso de la 1 a.m.: en 10 segundos: dos disparos primero, y luego tres y luego dos, todos en menos de 10 segundos, y me levanté y vi por la ventana a un hombre salir del callejón y caminar muy despacio, cruzar la avenida muy despacio, pasar muy despacio al lado del camión de la basura que a esa hora recogía la basura de los días y luego, una vez alcanzó el barrio que se ubica arriba de la avenida, corrió y corrió más rápido aún: corría como si alguien lo estuviera siguiendo, pero lo cierto es que nadie lo seguía y nadie se asomó más que yo por los dos disparos primero, y luego tres y luego dos: en 10 segundos: y el hombre se perdió entre las casa y la noche: negra, así era la noche mientras llovía, tan negra como un café cargado como un tren transportando carbón: y pusé a sonar de nuevo esa canción de Nirvana que tiene un video clip con porristas anarquistas: Load up on guns, Bring your friends, Its fun to lose…: recordé el Café del Capitán Nirvana y pensé en que si Nirvana estuviera vivo: Oh well, whatever, nevermind. Y esa sensación de pesadez continuó y llegué de mi trabajo a seguir trabajando y ayudando a la Nona a hacer un trabajo, y me cansé y pensé en el Café del Capitán Nirvana, y abrí mi ya ajado ejemplar de Opio en las nubes y leí:


"Del Café del Capitán Nirvana sólo quedaban las mesas y el aliento ausente de sus mujeres, ese aliento animal que se escurría por el filo de los vasos llenos de licor, por el filo del perfume ido de sus primeros días. Las mañanas se filtraban en los cuerpos lentamente como inyecciones, pequeñas inyecciones, pequeñas inyecciones de algodón, inyecciones de sueños plenos de arena, whisky, sangre, sudor, lágrimas, tetas, culos y humo. Pensar, tomar, fumar.


Levantarse. Acostarse. La sangre. El whisky. La luz. El humo. Los días. Sus mejores días. Esos días llenos de nalgas ciertas, tetas inciertas, calzones certeros, de licores, de cigarrillos, de obras eternas que pasaban bajo la luz, días que se fueron diluyendo como cubos de hielo. Fueron días grandiosos. Las mañanas siempre olían a cabellos profundos, dorados. A venado limpio. En las noches se organizaban peleas de boxeo y las mujeres hablaban con todo el mundo. Las noches olían a Ron y no había preocupaciones. Los días pasaban a través de la luz, a través del olor de los árboles, los labios, las nalgas, la espuma del mar y el olor del wc. La sangre. El whisky. Los labios. El wc. La luz. Las nubes. Las nalgas. De pronto la felicidad era ir al wc, cagar en paz, pensar en paz, amar en paz, odiar en paz. Los sábados iban al hipódromo a apostar a caballos que tenían nombres hermosos, míticos, caballos que se llamaban El Trofeo de Elías, La Lechuga de Vladivostok y se embriagan en medio del olor a arena de aquellos sábados y luego regresarán al Café del Capitán Nirvana a hablar de boxeo, a regar un poco de sangre entre las mesas. Regresaban con los cuerpos llenos de agujeros, con la mirada vuelta mierda, con las manos llenas de lluvia y se sentaban a fumar, aplastaban los traseros en los asientos y se quedaban allí, en el Café del Capitán Nirvana abaleados por el humo azul del Philip Morris Products Inc, Richmond, Va Flip Top Box Made in USA mientras se consumían en el aliento invisible de los días y las noches. La sangre. El whisky. Pensar. Dormir. Fumar. Levantarse. Acostarse. Culear. Los labios. Las nalgas. Puta vida. Las mañanas llenas de pequeñas luces inútiles. El wc".


Opio en las nubes,
Rafael Chaparro Madiedo

2 comentarios:

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

I want trip trip trip....

Mazo dijo...

Como dirían los de Placebo: no hay escape de la gravedad, por lo menos no gratis.