La tos iba y venía y todo parecía indicar que la semana prometía muchas cosas, un horóscopo interno o algo así me hacía tener esa sensación. Le daba cuerda a la semana. Muchas cosas pasaron, aquí va sólo la mitad. Cosas de cada día que necesitan un índice para ser leídas.
Índice: CADA VEZ ES
Lunes ………..
Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajar pero la promesa de un encuentro es suficiente impulso.
Martes ……….
Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajar pero la promesa…
Miércoles…….
Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajar peroJueves ……….
Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajarViernes ………
Cada vez es más difícil levantarse tempranoSábado ……….
Cada vez es más difícil levantarse
Domingo …….
Cada vez es más difícilLunes ………..
Cada vez es másLUNES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR PERO LA PROMESA DE UN ENCUENTRO ES SUFICIENTE IMPULSO.
Me encontré con la niña salida de una película de Tornatore. La acompañé a San Victorino a comprar lápices de colores y recordar las cajas de magicolor. Luego a una librería del centro de la ciudad. Música clásica, libros de Villegas editores (ya vi uno que puede funcionar para su cumpleaños pero los libros de Villegas son costosos). Compré cosas suaves, muy Light, como para descansar: Recursos Humanos, libro de toño retoño que es el amigo de un amigo de varios amigos, o algo así; Confesiones de un Cheff de Anthony Bourdain por iniciativa de la niña salida de la película de Tornatore, en mi defensa por haber comprado este título tengo dos puntos, primero que el texto fue reseñado por el malpensante y segundo la envidia que le tengo a Bourdain; por último la Guía de Bogotá Bizarra que sólo duró tres días más en mi poder.
Fuimos al restaurante bar de una pareja de franceses. Una cerveza de lunes y un cigarrillo que no debí haber fumado. Abrimos la guía de Bogotá Bizarra y creo que entre los dos ya hemos recorrido más de la mitad de los lugares ahí recomendados. Uno de los sitios que a ella le faltaba quedaba muy cerca de ahí. Recomendado como el más cursi y romántico de toda Bogotá. Parejitas en todos los rincones del lugar, vino caliente, ventana al balcón, lluvia, sólo una sombrilla. Y claro, en lo más cursi del asunto me llegó el ataque de tos. Maldito cigarrillo. Salimos y aún llovía, la acompañé a tomar un transporte a su casa. En el transcurso de la velada había recibido una llamada de Lobo que estaba reunido con Jesús (Barbero) y con La Compañía de Jesús (Así me dijo William que le decían en la Javeriana). Al quedar abandonado en la carrera 7ª. Llamé a mi primo. Se encontraba sólo con William en el café de Fernando. Hacia allí me dirigí. Al llegar el tema de conversación giraba en torno a la unidad de pensamiento latinoamericano, las nuevas narrativas, las nuevas expresiones políticas, de el evangelio que Jesús había impartido ese día en la conferencia inaugural de FELAFACS. Se habló de literatura, el género negro y los verdaderos maestros. En un único momento William se dirigía hacia mí. Fue un regaño que quería decir más o menos: deja de leer a los clásicos europeos, cuenta lo que ves, soluciona los problemas que tienes al frente, no hay necesidad de citar a Vattimo o a Habermas, ni remontarse hasta Leibniz para ubicar un problema, eso indigesta y hay que recordar que hay una gran cantidad de jóvenes latinoamericanos trabajando en los mismos temas. Luego volvimos a hablar de los problemas propios de las facultades de Comunicación en el país. Dejamos a William en su casa y fuimos a dormir. 1:00 a.m.
MARTES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR PERO LA PROMESA…
Mucha tos. El trabajo no me dejó ir a las conferencias de FELAFACS. Lobo me comentó los puntos importantes del evangelio según Jesús: atacar de plano todos los rastros del proyecto ilustrador y esencialista moderno, el discurso de los otros y nosotros, su pragmatismo y clasificación. Un huracán azota Latinoamérica y somos el continente de la esperanza. Hay que pensar en el ojo del huracán. Aplausos y banderas en el público, más de 1500 jóvenes latinoamericanos aplauden y el huracán se posa sobre ellos. Salgo tarde del trabajo. Mucha tos y algo de fiebre. Lobo está preparando su ponencia sobre culturas políticas y digitales. Revisamos todas las posibles conexiones entre blogs y política. Mucha tos, en un momento ya no podía respirar, no llegaba oxigeno a mis pulmones, asfixiado totalmente. Lobo pensó en la posibilidad de una traqueotomía o una visita de urgencias a la clínica. Minutos después ya podía respirar un poco. Tomé pastillas para dormir y descansé. Soñé con muchos latinoamericanos, soñé con detectives salvajes caminando por la avenida Jiménez de Bogotá.
MIÉRCOLES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR PERO
Pensaba en asistir a la conferencia de Lobo. No pude, horas más tarde me encontraba ante un médico. Me prohibieron los lácteos, fritos, gaseosas, paquetes, alimentos con conservantes, etc. Mi primera dieta, esto se siente como la primera cana de la nona. Infinidad de broncodilatadores inundan mi maleta. Me encuentro con el Lobo. Vamos al café de Fernando. Lobo me comenta su ponencia. Unos mexicanos, de Tijuana ambos, le dieron ‘palo’ a su tesis. El día anterior el ‘palo’ había sido a ‘La mona’ otra amiga que estaba presentando una ponencia en el evento. Conozco desde hace unos años a La mona, fue mi profesora, conversamos muchas veces, la ayude en sus grupos de investigación, tomé cervezas con ella y creo que es una de las personas más pilas del país y una promesa en el campo intelectual. Al Lobo siempre lo he tenido en el más alto nivel académico. Si un par de mexicanos les dan palo a sus posturas es por algo. Lobo me ratifica en eso. Vienen de estudiar maestrías en el ITESO de Guadalajara. Entiendo que los mexicanos tienen una formación distinta y más seria en cuanto a categorías que la que se imparte en Colombia. Eso, a la vez que su punto fuerte, es su punto débil, hay temas y objetos de estudios que no puedes mirar como esencia e intentar clasificarlos con proyectos modernos. Se les reconoce su altura intelectual. Me dan ganas de irme para el ITESO, estudiar en Guadalajara con Rossana Reguillo, asistir a un día de los muertos. Nos sentamos en la mesa de Fernando. Tanta charla sobre la unidad latinoamericana y el papel de la academia, la seriedad y el rigor intelectual hacen efecto y se mutan en la más grande estupidez jamás cometida: Tengo partido político. Me siento como un pez que por fin agarró el anzuelo. Derrotado por fin me voy a la casa a toser, pasar la fiebre y dormir.
JUEVES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR.
El sueño reparó el cuerpo. En el trabajo me despido de Gina, casi nunca hablé con ella. Es el tipo de personas que no van con lo que yo soy, más dedicados a las áreas del mercado y la producción. Más ejecutivos. Eso creaba barreras entre nosotros. Me da tristeza. No conocí a persona más eficiente en el trabajo que ella. Una persona de la que aprendí mucho, en verdad una persona de la que aprendí mucho. Me enseñó unas gotas de pragmatismo, el valor de la lealtad. Jamás se lo dije pero la quise mucho (en el buen sentido no romántico de la palabra). Por ella siento un respeto y una admiración profunda. Le regalé un libro de Amos Oz, para muchos una promesa para el premio Nóbel de literatura, con ese libro tal vez también quisiera decir que ella es una promesa para el futuro de este país. A medio día me encuentro con el profe Víctor y abandonamos los edificios comidos por la hiedra. Nos encontramos con el Lobo y nos dirigimos hacia la Javeriana. Asistimos a la mesa que coordinaba William. Salimos del edificio y me encontré con una niña que conocí en una pequeña colaboración a Min Cultura. Volví a pedirle al teléfono. Luego me reencontré con Ana María Miralles. Hablamos un poco de la visita de su querida Chantal Mouffe. Nos dirigimos al evento de cierre. A la salida me encontré con Alma quien probablemente pueda ser en un futuro profesora mía en una maestría que quiero hacer. Más tarde dejamos los computadores en la casa. Y nos volvimos a encontrar con William para irnos con los salvadoreños a enseñarles la ciudad. Los salvatruchas (como una de las pandillas maras) los llamaba William con ánimo de complicidad. Eran personas a las que se les notaba la cultura, el trabajo, la enseñanza de sacrificio y sangre de la
UCA con el padre Ignacio Ellacuría y tantos otros
mártires de su universidad. William pensaba ir a WOK con ellos. Propuse ir a un restaurante con comida del pacífico colombiano. Seguimos la guía de Bogotá Bizarra y terminamos en Minimal. Carajo, no sé qué hacía allí, estaba en medio personas con dos doctorados encima, y los que menos eran candidatos a doctor. Creo que le hablé todo el tiempo a una profesora de El Salvador, he de aceptarlo, me pareció divina. Tal vez esté empezando a confundir belleza con inteligencia. Eso ya me lo había dicho William. Fue una velada muy interesante. Rompí mi dieta al segundo día. La guía de Bogotá que había comprado el lunes pasó a las manos de William. Fuimos a tomar una cerveza con William, era el cierre del evento. William terminó de hablar unas cosas pendientes con Lobo y poco a poco comenzó a dirigirse sólo a mi y a darme la charla más profunda que haya escuchado, no era una conferencia, no era una clase, no era un padre a un hijo, William parecía decirme que la única razón por la que me senté a esa mesa era porque ya había dejado de cargarles los libros, ya podía pasar a ser su discípulo. Lo que me enseñó William en esa noche no tengo manera de explicarlo. Antes me había sentado con William y con dos o tres cervezas me había aclarado todo el panorama intelectual colombiano, latinoamericano y mundial. Dos o tres ideas de William me servían para descrestar en la universidad, para aventurarme a nuevas lecturas. La charla que me dio ese día me llegó al alma con una discusión sobre la modernidad y el proyecto académico, una discusión sobre el libro y la literatura que me arrancó lágrimas. Es verdad, lágrimas. Jamás había sentido, lo que se dice sentir, el conocimiento. Toda la historia humana resumida en segundos, la mano del golpe se creó para la caricia y esa mano es la que sostiene los libros, árboles de los que leemos sus hojas. La escritura la escritura que va como un río, que funciona como las ondas mentales tan distinta de la actual escritura que en lugar de seguir una onda y un ritmo está construida como un choque, la tecla de un computador es un corte, es todo lo contrario al normal proceso de escritura. Shakespeare destruye el tiempo inmortalizando su canto. Ya no existen las grandes frases como aquella que reza: nadie se baña dos veces en un mismo río. Analicen esa frase, muéstrenme los símiles, las sinécdoques, los retruécanos o la escuela literaria. La oración aquella es perfecta y pura, una descripción simple, y léase aquí simple como sin partes. Lo que escribía un uruguayo encerrado en la cárcel en papel de cigarrillo.
A veces lluvia, te quiero
A veces sol, te quiero.
A veces cárcel, siempre te quiero.
Señores, un gran lector de Shakespeare y de Borges lo dice, un traductor de Steinbeck fue el que me dijo estas palabras, un tipo cargado de dos doctorados y que conoce la industria editorial del mundo, que ya ha leído todo lo que había que leer. Esa es la persona que me dice que no hay nada como el poema de ese preso uruguayo. Que Kafka no necesitó de 500 páginas y un computador para escribir la mayor crítica a un sistema de producción, que las dos personas que más han influido la cultura occidental (Sócrates y Jesús) no escribieron jamás una línea. Conclusión: te puedes leer las más de 100.000 páginas que escribieron los autores del boom latinoamericano, del post boom, del no boom o del actual bon bon boom colombiano y no encontrarás una frase que resista el paso del tiempo. 3:00 a.m. llegué muy espiritual y a la vez muy pesado al apartamento.
VIERNES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO.
El decano pidió prestado mi computador así que me quede sin mucho que hacer. Leí a Michel Serres y me pareció tan liviano, tan vulgar. No resistí mucho tiempo más, en horas de la tarde salí a encontrarme con Lobo. Cigarrillo Extra estaba presente. Partimos para Neiva más adelante. Una tía se encuentra enferma y en realidad íbamos a despedirnos de ella. Lobo me intentó aclarar el discurso de William. Era, tal vez, la bienvenida, el acceso al primer evangelio. Teníamos que recoger unas pastillas para el padre de Lobo. En esa casa estaba mi ex novia. Creo que me puse rojo, aún le tengo mucho odio y mucho amor. Es la única explicación. La ignoré, no por dármelas de malo e ignorarla, sólo es lo mejor que puedo hacer. Ella alardeó de cuanto pudo sobre su vida. No es simple resentimiento, la felicitó, le van a publicar su tesis, saldrá un artículo en una revista muy pronto. Dos horas después no soportaba esa situación, no la soportaba a ella, su amargura y su orgullo. Me dio tristeza, odio, etc. Se me hizo eterno el momento de partir. Llegamos a Neiva a las 3 a.m.. Hablé con mi tía. Me dijo que sólo le faltaba alguien para despedirse. Entendí su posición. Quiere morir, nadie puede discutirle eso. No lloré. Nos acostamos a las 4 a.m. Soñé con una mujer fatal vestida de un azul muy brillante, casi neón, con guantes azules, bufanda de rayas rojas y negras, labial rojo muy vivo. Me besaba en mi cuarto de Neiva bajo un poster del padre Ellacuría que nos daba la espalda.
SÁBADO:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE.
Me desperté a las 7:00 a.m. bajo un techo alto y blanco. Mi casa, pensé. ¿Mi casa?, pensé. Nos fuimos con Lobo, su hermano que recién llegó de España y su padre a tomar algo en una zona de aguas volcánicas. Escribimos algo debajo de los palos de mango y hablamos de viejas historias de cazadores con el sonido de un nacimiento de agua y el sabor de unos aguardientes. Al llegar a la casa, a eso de las 6 p.m. estábamos tranquilos, sin carga alguna. Se reunió gran parte de la familia. Plotino llegó a saludar junto a Yepes. Tomamos cerveza hasta la 1:00 a.m., luego un primo muy querido sacó a relucir una botella de Whisky. El whisky sacó el tema político y Colombia vista desde España. Obvio, el maldito uribismo fractura hasta a las mejores familias. En una discusión política nadie gana. Nadie parece darse cuenta de eso. En el techo una slamandra chasquea tres veces con su lengua. Chac, chac, chac. Minutos después hay unas cuatro o cincos salamanquejas casi transparentes en el techo. Me fui a dormir con un mal sabor en la boca. 3: 30 a.m. con un whisky en la mano pensando en que la política es una mierda necesaria, que mi ex novia no se merece ni un segundo de pensamiento, en que voy llegar a Bogotá a verme con la niña salida de una película de Tornatore, ojos verdes, paz, tranquilidad, un recuerdo me arrulla. Duermo.
DOMINGO:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL.
Salimos muy a las 7: 30 a.m. a un paseo familiar. La familia cada vez se ve con más espacios. Comimos, reímos. Nos volvimos a bañar en el mismo río que es otro. Prohibido hablar de política. Dormí sobre una roca tan bien como se puede dormir sobre una roca. Llegué a Bogotá a las 3: 30 a.m.
LUNES:
CADA VEZ ES MÁS.
Así es la vida, te levantas, una salamandra chasquea tres veces su lengua y le da cuerda a tu mundo. Te levantas temprano a trabajar y sabes que cada vez es más difícil levantarte, que cada vez es más difícil vivir. Ya no necesitas despertador. Hay una tos en el alma. Algo te asfixia. Veo más salamandras en el alto y blanco techo de mi casa en Neiva, se reúnen a chasquear sus lenguas. Me levantó a trabajar y pienso en las luces al final del túnel. En ojos verdes. En una llamada que quiero y tengo que hacer porque ‘cada vez es’. Ser y tiempo en una frase: cada vez es. Una tautología aparente. Una filosofía de quinta mano: cada vez es. Carpe diem.