sábado, enero 13, 2007

Alas, poor Yorick - Último recorrido bajo tierra.

En el último año he recorrido muchos sitios con una sola característica: que existieran bajo tierra y no fueran ningún tipo de vivienda. La pasada semana llegué al final de mi recorrido. Fui a tomar unas fotografías y terminé en una cripta. Me arrastré por una abertura del piso. Ya habían puesto un bombillo. Al sacudirme el polvo de las rodillas levanté la vista y vi cientos de huesos apilados.
Bogotá tiene muchos, muchos lugares bajo tierra. Sitios sórdidos, oscuros, algunas veces alegres; sitios que algunas veces son de un estrato económico superior llenos de maldad y otros están aún pegados a las rocas de las montañas con obreros y ladrones que se comportan como los hombres de las cavernas, llenos de instinto mortal. En ellos se puede oler la soledad, la deseperación, el amor más podrido. Sin embargo, en este sitio el olor a humedad y a muerte parecía impregnarlo todo. ‘S’, que me acompañaba, se tapó la nariz inmediatamente. Yo no sentí ningún olor. No tuve ninguna náusea. Tanto tiempo en busca del prodigio parece haberme afectado. Fémures, clavículas, todos apilados en orden. La cripta era pequeña pero tenía en su interior demasiadas almas. Me sentía en el estómago de algún monstruo milenario. Arriba de mi cabeza la ciudad gozaba de un día de sol mientras alguien asesinaba algunas palomas en la Plaza de Bolívar.

No sé por qué, pero tuve el impulso de tomar en mis manos un cráneo. Era muy, muy pequeño. La mayoría de los cráneos que vi eran pequeños, tan pequeños que algunos cabían en la palma de la mano. No eran como los cráneos de las películas, o el cráneo que siempre levanta Hamlet. No provocaba decir ‘Alas, poor Yorick’, en realidad Yorick es desde ahora, para mí, el que levanta la calavera de Hamlet y se burla de él como corresponde a su personaje de payaso y bufón. Esos huesos eran como bebes recién nacidos. Inspiraban una profunda simpatía y ternura, ganas de protegerlos, de arrullar ese cráneo vacío que alguna vez tuvo un rostro y decirle ‘Ya, ya paso, no fue más que un sueño’. Pero de algún modo pensé que era muy probable que no me creyeran. Salí de ahí dejando algo de mi alma.

Por la noche me encontré con la niña salida de una película de Tornatore. Cuando íbamos en su carro me dijo que esta ya no era edad para andar tomando tantos riesgos con la vida. Le dije que sí, que tenía toda la razón. Luego se volvió a mirarme y me dijo, no a modo de regaño, sino como una anotación, ‘Tu todavía corres muchos riesgos. Esos sitios en los que te metes, bajo tierra’. Cuando me subí a su auto iba pensando en Behind the Wheels, una vieja canción de Depeche Mode (video aquí). Al frente, una avenida iluminada. Creía ver en las luces el prodigio, creía ver el prodigio en sus ojos, creía sentir el prodigio en el temblor de mis manos. Recordé los huesos, los cráneos pequeños, tan pequeños. Vi al ser humano tan pequeño, tan simple, tan inocente con sus tormentas en vasos de aguas, tan asesino, tan cobarde, tan hermoso, tan sabio, tan valiente. No hay ningún ser humano, ningún hombre o mujer sobre esta tierra, que no sea un héroe o un villano. Eso fue lo que aprendí. Luego la vi a sus ojos verdes y supe que iba a dejar de hacer ese recorrido bajo tierra. La mayoría de mis amigos que lean esto, pueden respirar tranquilos, aunque no tendré más historias de domingo por la tarde para ustedes.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Estupenda narración, y con la increible promesa de dejarlo todo por amor, como un Hamlet.

Mazo dijo...

Pues gracias, pero eso no se deja por amor, sólo toque fondo. Como el señor pájaro que da cuerda al mundo de Murakami, ya conocí mi pozo.

Mazo dijo...

o-lu: no es otro sino yo mismo, pero gracias por estar atenta, je. Gran alegría tener por acá a una de los 25 bloggers colombianos mencionados por Victor. Por mi parte, como siempre, sigo atento a tu blog.

Víctor Spinelli dijo...

Buenas, Mazo, soy Victor, soy Argentino,y caí en tu blog, y más específicamente en la narración "Alas,poor Yorick" de casualidad. Y me gustó mucho.
Quiero invitarte a visitar mi blog, y te dejo acá la url:
http://vittorios.blogspot.com

un saludo grande.

Mazo dijo...

Gracias Vittorio, por ahí pasaré en estos días.

NekoSama dijo...

que buen narrado, sigue el rumbo al que tu instinto te lleve, pero no hagas preokupar mucho a los demas , saludos