lunes, diciembre 18, 2006

Cunts are still running the world

Recuerdo que hace un tiempo algunas personas debatían si Oasis era el merecedor de la corona del mejor grupo británico, o si por el contrario el galardón era de Blur. Bueno, en esa época conocía más personas que escuchaban Sex Pistols, U2, entre otras grandes bandas que provenían de Inglaterra o Irlanda. En esos días escuché un grupo que se llamaba Pulp. Volví a escuchar a Pulp gracias a que una gran amiga es admiradora de esta agrupación. Bueno, dije, vamos a escucharlo en serio. Lo escuché y me pareció una muy buena agrupación, con una estética bien definida además.
Ahora bien, me sorprendió estar el otro día buscando alguna cosas en Internet sobre la película Children of men, y hallar en ella la última canción de Jarvis Cocker, uno de los miembros de Pulp, con una serie de particularidades que no puedo sino alabar. Primero, la canción es muy buena y su letra en verdad merece una traducción. Segundo, la canción no fue lanzada con el sistema de las discográficas y se realizó a través del myspace de Cocker, de igual forma el video salió a través de Youtube. Tercero, la canción no está hecha como un video comercial, al contrario, está hecha para que todos la puedan cantar como si de un karaoke se tratara, y esto habla muy bien de nuevo de su letra.
Aquí les dejo la canción para que la canten como yo lo he hecho esta semana (Si no saben inglés les recomiendo que consigan un diccionario y traduzcan; la letra aparece en el video). Y todos coreen 'Cunts are still running the world..' y coreen 'cunts ares still running the world' y coreen 'cunts ares still running the world'...




Smash the system

martes, diciembre 12, 2006

Radio Magallanes

Radio Magallanes, 9:10 a.m., 11 de septiembre de 1973.

"Colocado en un tránsito histórico, pagaré con mi vida la lealtad al pueblo. Y les digo que tengo la certeza de que la semilla que hemos entregado a la conciencia digna de miles y miles de chilenos, no podrá ser segada definitivamente. Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos.
(...)
Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su destino. Superarán otros hombres este momento gris y amargo en el que la traición pretende imponerse. Sigan ustedes sabiendo que, mucho más temprano que tarde, de nuevo se abrirán las grandes alamedas por donde pase el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
¡Viva Chile! ¡Viva el pueblo! ¡Vivan los trabajadores!
Estas son mis últimas palabras y tengo la certeza de que mi sacrificio no será en vano, tengo la certeza de que, por lo menos, será una lección moral que castigará la felonía, la cobardía y la traición".

lunes, diciembre 11, 2006

Noches Chilenas

Imagen tomada de www.solidsender.com

Podría caer en el lugar común de las heridas abiertas, podría asustarme al pensar que cuando se muera nuestro propio dictadorcito, como murió el asesino chileno, medio país va a celebrar y el otro medio va a llorar. Sólo espero que cuando ese medio país llore recuerde la muy larga fila de 4 kilómetros de ladrillos pintados de blanco con el nombre de un hombre asesinado por los de un lado o secuestrado por el otro o desparecido por 'motivos políticos' por los de acá y torturado por los de allá (cientos de nombres, víctimas del genocidio, se sucedían unos a otros y la fila empezaba en la Plaza de Bolívar de Bogotá, seguía hasta la calle 72, y daba la vuelta denunciando con su presencia la falsa tierra prometida). Todos tenemos motivos para llorar, y perdonar, y olvidar. Pero cuando veo los resultados de esa larga noche chilena del olvido decido apostarle al recuerdo. No quiero pensar la suerte que tendrá este páis en un futuro cercano. Mientras tanto quiero pensar en el caso chileno y en tanta tinta mojada sobre Pinochet para decir aquí que Creo en una memoria militante. ¡AQUÍ PINOCHET NO ES NADIE Y ALLENDE VIVE TODAVÍA!


Foto periódico El Turbión, imagen tomada de indymedia Colombia



Y si quieren ver a un Pinochet, vean al viejo que se quedaba dormido y el horror del intelectual de derechas chileno que no podría volver a dormir tranquilo, como lo narra Roberto Bolaño en su Tormenta de Mierda, título que él hubiera querido para el libro Nocturno de Chile:

"El general Pinochet parecía muy cansado. Vestía, al contrario que en las dos ocasiones anteriores, uniforme militar. Pasó toda la clase derrumbado en un sillón, tomando de vez en cuando notas, sin sacarse las gafas negras. Durante unos minutos creo que se durmió, aferrado firmemente a su lapicero. A la cuarta clase sólo asistieron el general Pinochet y el general Mendoza. Ante mi indecisión el general Pinochet me ordenó que siguiéramos como si los otros dos estuvieran allí, y de manera simbólica así era, pues entre el resto de los asistentes reconocí a un capitán de la Marina y a un general de la Fuerza Aérea. Les hablé de El Capital (llevaba preparado un resumen de tres páginas) y de La guerra civil en Francia. El general Mendoza no hizo ninguna pregunta a lo largo de toda la clase, limitándose a tomar notas. En el escritorio había varios ejemplares de Los conceptos elementales del materialismo histórico y al acabar la clase el general Pinochet les dijo a los asistentes que cogieran uno y se lo llevaran. A mí me guiñó un ojo y se despidió con un apretón de manos. Nunca como entonces me pareció más entrañable. En la quinta clase hablé de Salario, precio y ganancia y volví a tocar el Manifiesto. […]Durante la octava clase volví a hablar de Lenin y estudiamos el ¿Qué hacer?, y luego repasamos el Libro rojo de Mao (que a Pinochet le pareció muy corriente, muy simple), y luego volvimos a hablar de Los conceptos elementales del materialismo histórico, de Marta Harnecker. Durante la novena clase les hice preguntas relacionadas con este último libro. Las respuestas fueron, en general, satisfactorias. La décima clase fue la última. Sólo asistió el general Pinochet. Hablamos de religión, no de política. Al despedirme me dio un obsequio en su nombre y en el de los demás miembros de la Junta. No sé por qué yo había pensado que la despedida iba a ser más emotiva. No lo fue. Fue una despedida en cierto modo fría, correctísima, condicionada por los imperativos de un hombre de Estado. Le pregunté si las clases habían sido de alguna utilidad. Por supuesto, dijo el general. Le pregunté si había estado a la altura de lo que de mí se esperaba. Váyase con la conciencia tranquila, me aseguró, su trabajo ha sido perfecto. El coronel Pérez Larouche me acompañó hasta mi casa. Cuando llegué, a las dos de la mañana, después de atravesar las calles vacías de Santiago, la geometría del toque de queda, no pude dormir ni supe qué hacer. Me puse a dar vueltas por el cuarto mientras una marea creciente de imágenes y de voces se agolpaban en mi cerebro. Diez clases, me decía a mí mismo. En realidad, sólo nueve. Nueve clases. Nueve lecciones. Poca bibliografía. ¿Lo he hecho bien? ¿Aprendieron algo? ¿Enseñé algo? ¿Hice lo que tenía que hacer? ¿Hice lo que debía hacer? ¿Es el marxismo un humanismo? ¿Es una teoría demoníaca? ¿Si les contara a mis amigos escritores lo que había hecho obtendría su aprobación? ¿Algunos manifestarían un rechazo absoluto por lo que había hecho? ¿Algunos comprenderían y perdonarían? ¿Sabe un hombre, siempre, lo que está bien y lo que está mal? En un momento de mis cavilaciones me eché a llorar desconsoladamente, estirado en la cama, echándoles la culpa de mis desgracias (intelectuales) a los señores Odeim y Oido, que fueron los que me introdujeron en esta empresa. Después, sin darme cuenta, me quedé dormido. Esa semana comí con Farewell. No podía aguantar más el peso, o tal vez sería más adecuado decir el movimiento, las oscilaciones a veces pendulares y a veces circulares, de mi conciencia, la bruma fosforescente, pero de una fosforescencia apagada, como de pantano en la hora del ángelus, en que se movía mi lucidez arrastrándome consigo. Así que mientras tomábamos el aperitivo se lo dije. Le conté, pese a las admoniciones de reserva extrema que me había encarecido el coronel Pérez Larouche, mi extraña aventura como profesor de aquellos ilustres y secretos alumnos. (...)".
Roberto Bolaño - Nocturno de Chile (Anagrama, 2000)

viernes, diciembre 08, 2006

La leyenda del santo bebedor

Photobucket - Video and Image Hosting

Podría decir de 'La leyenda del santo bebedor' que es una de las mejores obras de Joseph Roth. Podría decir que tiene ese toque de autobiografía ya que la absenta y el vino está en sus páginas como en la vida del escritor. O bien podría decir que la pequeña novela contiene referencias a Tolstoi y se escribe en ese tono de sermón tan necesario para este santo llamado Andreas. Que la novela retrata la caída de un hombre, un obrero polaco que termina preso en París por una mujer, que al salir se vuelve bebedor y clochard. Que ocurren los milagros que le dan dinero y vino y absenta y mujeres. Podría hablar de la influencia de la modernidad sobre los valores de la época. Pero de toda la novela me quedo en una sala de cine a la que decide entrar Andreas, motivado por el personaje prometido, ya que “El cartel que la anunciaba mostraba a un hombre que, por lo visto, pretendía perderse en una exótica aventura”. Sin embargo, mientras el personaje avanza, y Andreas se siente identificado con él, con el sol en su cuerpo, por el “despiadado y tórrido desierto”, aparece una caravana que lo salva y lo devuelve a la civilización, en ese momento Andreas pierde simpatía por el protagonista de la película.

Teniendo en cuenta la calve autobiográfica con la que Roth escribe la novela, y mi propia clave de recuerdo inventado el fin de semana pasado entre peroni y vino del fin del mundo( gracias Lobo por salvar mi pellejo), me permito decir que ahí está la diferencia entre Roth, al relatar a Andreas y su caída mística, con esos universitarios que han leído a Nietzche y saben que el abismo les puede devolver la mirada y por eso cierran los ojos; los que se quedan afuera y no adentro. Esto mismo dijo Roberto Bolaño al hablar sobre la autobigorafía de James Ellroy que, a diferencia de un Amis, no ha leído a Nietzche y por eso puede bailar conga mirando el abismo. Por eso el Andreas de Roth prefiere la aventura exótica en el desierto mientras bebe los restos de vino que la salvación de la civilización y la cultura francesa. Es momento de que el lector se asome al abismo, como dice un crítico de América de Ellroy.
Joseph Roth: "Así soy realmente: maligno, borracho, pero lúcido"

martes, diciembre 05, 2006

Trivia-l sobre Pynchon

A propósito de 'Against the day'. Teniendo en cuenta mi condición declarada contra toda esa carreta posmoderna del fantasma, el signo zero, la muerte del autor, pues como dice el Parménides del anteriro post, algo que es no puede no ser, me viene a la mente la discusión que se tuvo con Manuel, HuMo y Nahum en días pasados sobre la existencia de Thomas Pynchon.
Para muchos, hace algún tiempo desapareció de la vida pública (en 1962 ) un gran escritor como J.D. Salinger, autor de culto con su obra ""El guardián entre el centeno". Al mismo tiempo una persona desconocida, bajo el nombre de Thomas Pynchon aparece en la escena editorial de una manera muy fuerte. Esto despierta sospechas por cuanto no existe un editor que se arriesgue con un nuevo escritor sin pasar por la presentación oficial y las conferencias. Pynchon, quien para algunos se inventó un vida sin fotografías desde 1953, ha dado respuesta sobre su identidad con una serie de correspondencias y fotográfias viejas que probarían que él no es Salinger. En días recientes Pynchon ha publicado bajo su nombre "Against the day". Como me aburre eso de poner mucho cuidado con el autor, creo, que Pynchon no es un autor virtual de Internet, ni un grupo o colectivo de arte, creo en que es un autor que puede muy bien ser Salinger. Ahora, ¿quién es? sólo es un misterio más frente a un gran escritor. Espero con ansia poder tener en el país una buena traducción de su nueva novela, mientras tanto dejo la pregunta al que le interese ¿Thomas Pynchon es o no es Salinger?
P.D: esta entrada va sin links, pero hay mucha información sobre el tema en la red.

viernes, diciembre 01, 2006

Palabras 2

A Lobo, que le hace falta ver un espacio como éste para rastrear lo que queda de diario y de bitácora a un weblog:

En conversaciones recientes con Jorge Fraga se comentó la siguiente frase que aparecía suelta en un trabajo de grado: ‘La imagen vale más que mil palabras’. Sobre ella decía el autor del trabajo de grado que pertenecía a Parménides. Cuando escuché a Jorge decir en voz alta la consabida frase y comentar que nunca habría adivinado que alguien tan inteligente hubiera dicho tal bobada me dediqué a escuchar. La pregunta era sincera. ¿Qué imagen, sobre todo en el cine de los últimos años, valía más que mil palabras? ¿Qué imagen, sobe todo en el cine, podía condensar frases como ‘mi infancia son recuerdos de una plaza de Sevilla’?

Desde ahí nos vimos abocados los que estábamos en el vecindario a discutir sobre la capacidad de sugerencia de la imagen. Si esta frase era tan cierta frente al periodismo, recordando casos de famosos reporteros gráficos, más bien pocos. Esa capacidad de sugerencia y la vez de velo que consiste en el placer del texto muy pocas veces se encuentra en una buena imagen que cuente una historia. Ni que decir que la escritura cambió del jeroglífico al alfabeto y hoy volvemos (¿un retroceso?) al icono hipertextual. Sobre eso, Jorge defendió su postura en la que muchas imágenes no pueden decir más que bobadas antes que las mil palabras con una frase que suele usar en sus clases sobre el documental para definir la fuerte y poderosa sugerencia de la imagen y las palabras, todo el suspenso que pueden contener, y la belleza también. La frase es la siguiente: ‘La belleza de una mujer consiste en la felicidad que su presencia promete’.

Y bueno, bitácora personal: en días pasados fui feliz. Eso ya dice mucho de la niña.
Ahora, falta ver lo pat-ente según el ente de este estado de felicidad. Sobre esto, un aparte del poema sobre el ser de Parménides, ya que hay tanta gente dedicada a la poesía filosófica:
FRAGMENTO 6:
Necesario es decir e inteligir que lo ente es. Pues es ser
pero nada no es. Te intimo a que todo esto pienses.
Y primero de esta vía de indagación yo te aparto,
pero luego también de aquella por donde los mortales que nada saben
van errantes, bicéfalos: pues el desconcierto en sus
pechos dirige el errabundo noûs. Arrastrados,
sordos a a la vez que ciegos, estupefactos, masas indecisas
para quienes ser y no ser son lo mismo
y no lo mismo, y el sendero de todo es revertiente.

miércoles, noviembre 22, 2006

Palabras

La siguiente serie es tomada de Gesualdo Bufalino, en su libro El malpensante, a propósito de cierta revista que le toma prestado su nombre:

Esto sobre los hombres:

"Sin embargo, no obstante mi muy firme desdén por la humanidad, hay un día del año en que, caminando por la calle, todos los que encuentro me parecen divinidades disfrazadas".

Esto sobre la esquiva memoria:

"Embalsamar los recuerdos, cada uno con su alfilercito clavado en el abdomen".

miércoles, noviembre 15, 2006

Música de Salón



A través de una referencia de la Real Visceralista encontré la música de salón de Pablo Dacal.

Les dejo una de las canciones en este link: amor clasificado

martes, noviembre 14, 2006

AUGE DE LA METALITERATURA: EL ADN DE LA LITERATURA

A propósito de una crítica lanzada sobre el uso del estilo narrativo de Tabucchi, y como ya mi postura sobre el tema está más que clara -recordar que la idea de este weblog es algo de (meta) literatura portátil (inspirada en Tabucchi mismo junto a Vila-Matas) con base en mis recuerdos (inventados o no) y con referencias (expresas y obvias en su mayoría) a temas literarios o de actualidad o de lo que se me de la gana- , me permito reproducir aquí dos artículos publicados en el diario El País de España que muestran las dos posturas sobre el tema de la metaliteratura bajo el título El ADN de la literatura.

La pregunta es si es o no es valido usar recursos narrativos o de historia de otros autores para obras propias. El primer artículo es un corto reportaje sobre el tema que se abre con la pregunta de si la metaliteratura es ¿Homenaje, inspiración, narcisismo o crisis creativa?(para Kerberos mi postura sobre el tema es narcisista aunque yo ceo que es más una mezcla entre crisis creativa e inspiración sin necesidad de que esto se algo malo sino más bien otro paso en el proceso de escritura). El segundo artículo es un texto de opinión de Jordi Llovet, crítico literario, catedrático de Literatura Comparada de la Universidad de Barcelona y autor de Teoría literaria y literatura comparada (Ariel) y Lecciones de literatura universal (Cátedra). Ambos artículos fueron reproducidos el diario El País de España, Edición del sábado, 11 de noviembre de 2006, en su suplemento cultural Babelia - 11-11-2006.

Bien podría dejar los links y hacer más corta la entrada pero Babelia no siempre guarda sus archivos así que dejo a continuación los artículos, de los cuales hago la salvedad que edito dos párrafos del primero de ellos cuando éste toca los temas de las diferencias entre realidad y ficción por considerar que no aportan al debate, y que si quieren leer entero el reportaje puede seguir este link. Ahora sí, los artículos:

NOVELAS QUE SE NUTREN DE NOVELAS
Reportaje, por Winston Manrique Sabogal

La literatura que se inspira en sí misma aumenta su presencia en las librerías. Zadie Smith rinde homenaje a Regreso a Howards End; Molina Foix, a varios escritores españoles; Leonardo Padura, a Hemingway; Joaquín Pérez Azaústre, a Fitzgerald, y ya está a la venta la continuación oficial de Peter Pan. Escritores y editores dan las claves de lo que significa este resurgir de la metaliteratura que siempre ha impulsado a la creación literaria. ¿Homenaje, inspiración, narcisismo o crisis creativa?

Los tres lo rondaron, los tres lo contemplaron. Ejercieron de narcisos ante el estanque de la literatura y no se ahogaron. Es más, Dante, Cervantes y Joyce son tres de los escritores que después de observar el pasado literario renovaron el arte de escribir.
Eterno ha sido el peregrinar de escritores a esa fuente de inspiración. A la metaliteratura. Sobre todo a medida que avanzaba el siglo XX y mucho más en este nuevo milenio. "Al hombre le conmueve la memoria del pasado y le fascina saber que el futuro pasa necesariamente por él", reflexiona el novelista Andrés Trapiello.
Una historia de caminos y atajos con amigos y detractores. Mientras unos consideran este auge de autorreferencias literarias como una forma para que una obra perviva en otra en una especie de legación de ADN, otros ven este abuso como una señal de decadencia creativa y de desconexión del autor con el mundo real.
Pero la realidad es que las más recientes visitas a ese estanque de la literatura ha repoblado cuatro senderos literarios: nuevas visiones de títulos como Regreso a Howards End, de E. M. Forster; Peter Pan, de J. M. Barrie, e Ilíada, de Homero; homenajes a personajes literarios como los del Quijote, Penélope y Robinson Crusoe, a cargo del Nobel J. M. Coetzee; inspiración de una obra a través de la vida de novelistas como Scott Fitzgerald, Ernest Hemingway y Henry James, y la exaltación de la literatura como arte, refugio y vía de escape y libertad en obras tipo Lolita en Teherán, El club de lectura de Jane Austen, El librero de Kabul y Balzac y la joven costurera china, con la que Dai Sijie populariza aún más este tipo de narraciones en el año 2000.
Sus autores creen que lo genuino también está en la reinvención de lo ya escrito o del mundo que le da vida. Y para ello cuentan con Goethe como aliado inmejorable cuando dijo que "la originalidad no consiste en decir cosas nuevas, sino en decirlas como si nunca hubiesen sido dichas por otros".
Prólogo.

Los mismos albores de la literatura guardan el germen de la metaficción. De la necesidad de nutrirse de sí misma para avanzar. Trapiello, autor de Al morir don Quijote, donde narra la continuación de los personajes de la obra de Cervantes tras la muerte del hidalgo caballero, lo deja claro: "La Eneida, la mayor aportación de Roma a la literatura, es, 800 años más tarde, la continuación de la Ilíada, y la Divina Comedia, de Dante, en la que se funda la literatura occidental, no puede comprenderse, mil años después, sino a partir de Virgilio y la Eneida". Las referencias antiguas son infinitas, según Javier Azpeitia, editor de 451 Editores que prepara una colección en la que un grupo de escritores españoles reescribe obras como El cantar del Mio Cid y El lazarillo de Tormes. Recuerda que toda la dramaturgia griega, tragedia o comedia, reescribía los mismos temas mitológicos, "y la Biblia ha sido un punto de referencia constantemente repetido y rehecho desde la Edad Media".
¿Por qué esa fascinación de los escritores en mirar en su propio pasado? En cierta medida porque buscan inspiración. "Nos vemos en otros escritores como en un espejo revelador de nuestras capacidades y temores", confiesa Leonardo Padura, autor de Adiós, Hemingway. El aumento de este recurso creativo se puede deber a la crisis de identidad del individuo que obliga a revisar los mitos, "a mirarnos en su espejo, quizá por una necesidad de mascarada con la que explicarnos a nosotros mismos y también frente a los otros", analiza Joaquín Pérez Azaústre que, en El gran Felton, rinde homenaje a Fitzgerald.
Presentación.

Es un juego de espejos. Entre los motivos del aumento de esa retroalimentación, aclara Azpeitia, está que puede ser una respuesta al realismo decimonónico que postulaba que la ficción debía ser una representación fidedigna, hasta científica, de la realidad. "No se daban, no se dan cuenta, de que representan la realidad de una forma convencional. Frente a la tendencia general, ciertos autores comprendieron que ése no era el camino en el siglo XX, y se alejaron del periodismo, que les parecía uno más de los géneros de la narrativa de ficción. "Escribo. Escribo que escribo...". Un punto de partida para explorar el mundo de la ficción mirándose hacia dentro para explicar la realidad.
Una forma más de inspiración. Porque lo real y el mundo literario son parte de la realidad. "El autor se apropia de esas ideas de la literatura y de su experiencia lectora de la misma manera que utiliza sus vivencias, sus sueños o la historia. Así es como en su vida se incorporan de manera natural escritores o historias de ficción. Son parte de su mundo. Es que el arte siempre se ha nutrido del arte", reflexiona Vicente Molina Foix, que publica El abrecartas, una novela en clave epistolar donde los escritores son el pretexto para contar la historia de personas que escribían.
Nudo.

Frente a los que hablan de un síntoma de decadencia o crisis creativa, Padura responde que se escribe sobre Todo, y que en ese Todo también está la literatura, obligando a miradas de la realidad que pasan a través de ella. "Sería la misma crisis de Dante cuando descendió con Virgilio a los infiernos, y si Dante no estaba lleno de vida que vengan los realistas, a ver qué viven", añade Pérez Azaústre.
Crisis y decadencias son eslóganes y epígrafes que no tienen nada que ver con la realidad de la propia literatura, asegura Molina Foix. Y cita dos de los pilares sobre los que se sostiene el arte de escribir: Don Quijote, de Miguel de Cervantes, lleno de juegos metaliterarios y revisión de los libros de caballería, y Ulises, de James Joyce, una reescritura de la obra homérica poniendo personajes y situaciones, pero sobre todo un lenguaje moderno. ¿Endogamia y autocomplacencia? Según el autor de El abrecartas, son revisiones, relecturas y homenajes que confirman un renacimiento más. Todo está inventado desde los griegos, y desde entonces el escritor lo que hace es reinventar la historia.
¿Es entonces una muestra del fracaso del escritor para conectar con lo real? Quienes piensan eso son quienes confunden ficción con realidad, los herederos de los que tiran piedras al actor que hace el papel de malvado, explica Azpeitia.
[…],
Y concluye [Trapiello] dando una clave de la intrahistoria literaria: "Los contemporáneos de un escritor son los grandes escritores, y raramente sus vecinos de generación".
Desenlace.

El escritor británico David Lodge, que con ¡El autor! ¡El autor! homenajea a Henry James, escribió en su ensayo El arte de la ficción que "el discurso metafictivo no es tanto una escapatoria o coartada mediante la cual el escritor puede rehuir de vez en cuando las obligaciones que impone el realismo tradicional; es más bien una preocupación central y una fuente de inspiración". Así, la herencia literaria en versiones o remakes, sentencia Azpeitia, hace que la literatura de una obra perviva en otras, del mismo modo que un hombre pervive en sus descendientes legándoles su ADN.

EL PESO DE UN LEGADO
TRIBUNA: por Jordi Llovet

Si Grecia no hubiera urdido la mejor literatura jamás conocida en Occidente y si Roma no hubiera sido tan proclive a la ociosidad y el excursionismo, los avatares de la tradición literaria europea habrían sido muy distintos; pero fueron tan potentes los logros de la literatura griega arcaica y clásica y fue tan poderoso su influjo en una Roma poco original, helenizada y expansiva, que desde entonces para acá, acaso con la salvedad que se apuntará al final de este artículo, la literatura de nuestro continente se ha visto empujada -sin asomo de violencia, por lo demás- a repetirse, glosarse, comentarse a sí misma y autorreferirse a partir de sus formas, argumentos y procedimientos primigenios. Sólo cabe añadir la influencia de la literatura bíblica para que quede completamente dibujado el mapa de los ancestros literarios de Poniente.

Desde entonces, es decir, en el más generoso de los casos desde Israel, Grecia y Roma, casi todas las literaturas que se han producido en el seno de nuestro continente y de nuestras lenguas, las antiguas, las modernas y las contemporáneas, han acusado la impronta de un legado que, por su mero peso específico, tenía todas las posibilidades, y aún más, de perdurar y de quedar, en el trasfondo de toda materia literaria, como un monumento no sólo indeleble y substancial, sino, además, útil, productivo y apetitoso.
Las órdenes monásticas medievales se encargaron de una conservación todavía digna de aplauso y del mayor asombro y reconocimiento; el movimiento humanista, desde Petrarca, sólo pareció vivir para restaurar los grandes hitos de las literaturas clásicas; Neoclasicismo, Ilustración y Romanticismo no fueron ajenos a esta restauración, y hasta movimientos episódicos como el de los Parnasianos en Francia o el de los Novecentistas en Mallorca y Cataluña forjaron una literatura basada no sólo en los procedimientos de la mímesis de lo real, sino también en la copia o la reelaboración de los emblemas literarios heredados. En este sentido, el juego entre literatura y metaliteratura, o entre ficción y metaficción si nos ceñimos a este género, ha sido constante a lo largo de más de treinta siglos de producción oral y escrita en nuestras tierras. Toda originalidad ha estado cargada de legado, y este legado ha conocido metamorfosis que no llegan a disimular, en muchos casos, la fuerza -angustiosa para unos, celebrada por otros- de los patrones canónicos originales: Galdós recreó el drama de Electra, Unamuno siguió la errancia de Caín, Thomas Mann resucitó la historia de José y sus hermanos en una de sus novelas más fastuosas, Joyce hilvanó su Ulysses de la mano de las aventuras de Odiseo, y hasta Kafka, siempre tan moderno, no dejó de recordar, remodelándolo, los mitos de Poseidón, Prometeo o el canto de las sirenas.
Luego, con los siglos, se añadieron más valores canónicos a los que ya existían: y ahí quedan los herederos de Cervantes en la literatura inglesa y norteamericana o los de Shakespeare y Goethe en la literatura universal para dar cuenta de esta extraña pasión gracias a la cual la historia literaria de Europa acaba simulando una maraña de hilos en la que siempre cuesta distinguir los cabos fundacionales de sus consecuencias más o menos deshilachadas: todo se confunde cuando se ha leído más de la cuenta, más todavía si se ha leído sin orden sistemático, y parece ya imposible hallar, en nuestras literaturas, algo que pueda ser denominado original en absoluta puridad: muy cerca de nosotros queda Borges para demostrarlo.
Quizás con una salvedad: los últimos cincuenta años de nuestra historia literaria continental parecen más desmemoriados que todas las centurias que los precedieron; y hoy abundan, más que nunca, dos fenómenos que se hallan en polos opuestos: por un lado, juegos malabares de metaficción al estilo de Pálido fuego, de Nabokov, o de Bartleby y compañía, de Enrique Vila-Matas, que excusan un viaje al pasado más original de nuestra cultura literaria; por otro lado, producciones escritas en el seno de culturas que cabría denominar "ingenuas" -siguiendo a Friedrich Schiller-, que elaboran sus ficciones, por ignorancia o por sobrepeso de sus determinaciones históricas contemporáneas, sobre el relieve de los hechos más candentes y reales: así en el caso de muchas literaturas emergentes de Europa, más todavía de otros continentes, felizmente desorientadas según como se mire, gracias a las cuales surge de nuevo, como en los albores de nuestra tradición, una literatura inmediatamente adecuada a los datos ofrecidos, de primera mano, por la realidad.
Hubo una mímesis cargada de inocencia tiempo atrás, pasaron muchos siglos de metaliteratura preñada de admiración o de nostalgia, y parece que asistiremos, cada vez más, a la restauración de una literatura de ficción por fin liberada tanto del peso del canon literario como de la neurótica pasión de hacer literatura sólo sobre la base de la literatura misma.

jueves, noviembre 09, 2006

Caja de muñecas

Bueno, como es la costumbre, no recuerdo mucho de lo que me ha pasado. Sé que el viernes tomé unos tragos con varios amigos en sitios sin nombre ni razón social de esta ciudad, sitios de los que algún día espero dejar algún testimonio en una crónica (y no, no es la etnografía lo que me lleva esos sitios sino la vida). Sostengo que empecé el viernes en un local subterraneo de la calle 18 arriba de la carrera 10, para muchos es algo así como una de las calles más peligrosas de este país pero a estas alturas eso es un sitio distinto para tomar algo. El sueño me ganó cuando estaba cerca de la avenida Caracas con Jiménez a eso de la media noche.

Sostengo que sobreviví a la resaca de la mañana siguiente para ir a ver la película "Volver" de Almodóvar. Sostengo que fui con una amiga y dije Esta es una buena película del viejo Almodóvar. Sostengo que esta es una gran película con un guión que parece una serie de muñecas rusas, cada muñeca esconde algo. Y no, la vida no es como la caja de chocolates del idiota de Forrest Gump. La vida tiene esa ironía que sólo los juegos de idénticos y dobles pueden realizar. esos juegos que hacen que el espectador piense en "volver" como "volver, volver", y escuchar en voz española el tango de Gardel. Dice Sabina: "Con la frente marchita cantaba Gardel". Pero claro, Sabina también dice en esa canción "No hay nostalgia peor que añorar lo que nunca jamás sucedió". Intentaré ir al concierto de Joaquín Sabina, boleta de $70.000.

Esa noche fui a comer algo, sostengo. la comida era una serie de arroz del mundo. Sostengo que llegué al apartamento a escuchar a Sabina. Al otro día, sostengo, fui un momento a un mercado de las pulgas. Lo que pasó el domingo y lunes no lo recuerdo tan bien, sé que la gripa me atacó y me dejó K.O. en la cama. Sostengo que tuve fiebre todo el lunes pero no sostengo el hecho de si tuve o no alucinaciones por la fiebre, o con quién hablé en esas alucinaciones.
Sostengo que ayer, cuando todo el malestar desaparecía encontré uno herida en uno de mis brazos, un raspón, pero ya se había curado, sólo quedaba esa coraza que queda después de un simple raspón de piel. Sostengo que no tengo la más remota idea de cuándo o cómo me raspé. Sostengo que no tengo la más remota idea de por qué me di cuenta de eso hasta ayer y una cosa tan idiota como esa me hiciera pensar en todo lo que hay detrás del testimonio. Todo parece ser como una serie de muñecas. Una serie de muñecas rusas, matriuska, creo que es su nombre. Creo, ese es el juego, en un momento creo, en el otro sostengo. Sostengo que la vida es eso, abres una ruta y es otra muñeca, y luego aparece otra muñeca, y si piensas en el infinito o la eternidad, o lo que sea, sabrás que una eternidad de muñecas rusas sonriendo es de lo más parecido al horror o a lo divino. Leibniz lo había dejado indicado en su monadología, el mundo está lleno de sustancias compuestas, esto quiere decir que tienen partes, lo que forma esas partes son sustancias simples sin extensión ni divisibilidad: las mónadas. Lleven esto a las matemáticas, una cantidad finita es la suma de un número infinito de cantidades infinitesimales. ¿Ven el abismo?¿Sienten el vértigo?



Sostengo que he trabajado, que he trabajado mucho, aún sin tener las fuerzas para ello. Sostengo que he estado muy enfermo y que no sé qué aparecerá cuando abra la siguiente muñeca rusa, y no, no creo que sean chocolates.

Obvio, tanto problema con la memoria me tiene leyendo los siguientes textos:

- Ray Loriga: Tokio ya no nos quiere. (gracias a Jairo por el prestamo)

- Tabucchi: Sostiene Pereira. (ya es como la sexta lectura que le hago a este libro).

Ya que se acerca el concierto de Sabina, aquí dejo algo de lo más curioso en sus letras, un homenaje que le realiza a Almodóvar reflejando en su música al personaje femenino de la chica Almodóvar con todos los nombres de sus películas (bueno, las que llevaba hasta la fecha en que sale esta canción), ahora pongan la voz gruesa de Sabina, cargada de alcohol y cigarrillo.

Como no tengo castpost he tenido que apelar a robarme el tag de un castpost que tuviera esta canción del blog de una patidifusa que sí lo tiene (mona loca, aqí está la canción prometida de antesala a la proxima fiesta Almodóvar; Tánger, Falena, Nona y a todas las chicas Almodóvar escuchen esta canción).


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Yo quiero ser una chica Almodóvar
como la Maura como Victoria Abril,
un poco lista, un poquitin boba,
ir con Madonna en una limousine,

yo quiero ser una chica Almodóvar
como Bibi, como Miguel Bosé,
pasar de todo y no pasar de moda,
bailar contigo el último cuplé.

y no parar de viajar del invierno al verano,
de Madrid a New York, del abrazo al olvido,
dejarte entre tinieblas escuchando un ruido
de tacones lejanos.

encontrar la salida de este gris laberinto
sin pasión ni pecado ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto,
no gritar ¿qué he hecho yo para merecer esto?

yo quiero ser una chica Almodóvar
como Pepi, como Lucí, como Bom,
venderle al Garbo mis secretos de alcoba,
ponerme luto por un matador.

yo quiero ser una chica Almodóvar
que a su chico le suplique: “¡Atame!”,
no dar el alma sino a quien me la roba,
desayunar en Tiffany’s con él.

y no permitir que me coman el coco
esas chungas movidas de croatas y serbios,
ir por la vida al borde de un ataque de nervios
con faldas y a lo loco.

encontrar la salida de este gris laberinto
sin pasion ni pecado ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto,
no gritar ¿qué he hecho yo para merecer esto?

como patti diphusa escribir mis memorias,
apuntarme a cualquier clase de bombardeo,
no tener otra fe que la piel ni mas ley
que la ley del deseo.

encontrar la salida de este gris laberinto
sin pasión ni pecado ni locura ni incesto,
tener en cada puerto un amante distinto,
no gritar ¿qué he hecho yo para merecer esto?

Título: Yo quiero ser una chica Almodóvar

Año: 1992 (Física y Química)

Letra y Música: Joaquín Sabina

miércoles, noviembre 01, 2006

Perro Zombi

Bueno, este post es sólo para aquellos que gustan de la literatura, y además les gusta hacer apuestas al filo de la noche con nuevas voces, mejor dicho, para esos jugadores de dados que le apuestan al verde en una mesa de ruleta con pocas balas (si no es así, pues salté más abajo y lea quejas y otras historias). A estos lectores les mencioné en el post pasado como una de las apuestas narrativas más buenas que he leído en los últimos días a Jairo. En su weblog: Perro Zombi nos deja una muestra, uno de sus cuentos de desparche en medio del 7 de agosto y la depresiónpostposesiónpresidencial. Si tienen tiempo sigan el link, y lean el cuento completo, imprimanlo, qué se yo, pero no estaría de más que lo leyeran (yo me divertí resto con ese cuento y creo que hasta Blake lo leyó una noche con muy buena crítica). Espero les guste, y si no, pues es cuestión de gustos.
Una muestra:
".. Es claro que aunque se trate de un modelo a escala y no exista patrón real de comparación con el modelo original, uno debe usar todo el ingenio y la exigencia posibles para que la satisfacción propia sea máxima. La otra opción es pedir en línea un modelo de venta masiva, recibirlo 24 horas después en perfecto estado, desempacarlo e irse a un campo de vuelo a mostrar sus atributos ajenos, comentar sus mejoras respecto a la serie anterior y luego volver a casa en cuanto se acaben las baterías. Pero eso es un juego de niños. Y lo mío va en serio. Yo estoy remasterizando la realidad. El día que deje de abrir estos hangares, de imaginar estos monstruos, de pulsar estas teclas, es porque seguramente estaré muerto, o en coma, soñando sin consecuencias. Como sea, creo que mi próximo proyecto será un biplano de la Primera Guerra, esos aviones básicos hechos de madera, aluminio, cuerdas y lona. Seguramente el Sopwith Camel de la Royal Air Force, el avión con el que Roy Brown derribó al Fokker de Manfred Von Richthofen, el legendario Barón Rojo. Pero los imagino semitransparentes, collages movidos por hélices esculpidas en discos compactos, armazones de paraguas, empaques de jamón o detergente en el fuselaje, alas de residuos acrílicos, coraza de pila alcalina en la cabina y amarras de nylon sobre botellas plásticas de agua. Todo dejando asomar la marca del producto, delatando su origen bastardo. Casi puedo ver y oír las maniobras del esperpento, disparando proyectiles mejorados con estricnina o cianuro, haciendo de la misión un circo del aire. Sería una escuadra ideal para ataques a individuos de escaso relieve y poco protegidos: negociantes, artistas o académicos relajados junto a una piscina, o en busca de leña para una fogata. Una flota maestra de asalto sobre escenarios rurales en contexto familiar".
Tomado de Lunes Festivo, por Jairo Andrade.
Espero que les quede la duda de qué van a hacer esos aviones. (el cuento es una, como se dice en Colombia, mamadera de gallo, pero muy bien lograda).


Quejas y otras historias
Si no tienen tiempo, y saltaron de un buen cuento a esto, pues hombre, lo único para postear es mi queja: contratar con el Estado es aburrido, (te creo Nona, te creo). Un simple contrato exige más documentos y recibos de los que he tenido que sacar en mi vida:
1. Fotocopia de la Cédula del Contratista (bueno, soy yo así que no problemo)
2. Documento de Radicación de Terceros (anexo en excel)
3. RUT (la cola más horrible de todas por lo queme han dicho)
4. Oferta (lo que les voy a cobrar)
5. Hoja de Vida según Formato Función Pública. (anexa adobe)(Gracias Tánger por encontrarla)
6. Fotocopia del pasado Judicial vigente (otra fila de esas en las que me puedo leer a Proust entero)
7. Certificado vigente de antecedentes disciplinarios expedido por la Procuraduría General de la Nación. (¿y si no tengo registro allá? ¡Nadie me conocé!)
8. Certificación de la cuenta expedida por el banco, para consignar el valor del contrato. (Claro, como mi cuenta es de nómina creo que tendré que sacar otra cuenta).
Si mi querido lector ya llego hasta aquí y aún así me tiene fe en que voy a decir algo bueno, pues les recalco que si quieren leer algo lean el cuento recomendado de la semana. Pero si aún cree en mi, le tendré que confesar que: LA EXTRAÑO, sí, la extraño, mis amigos se van a ir de para atrás, dirán: lo sabía, se le dijo, pero nada qué hacer, la extraño mucho. Llevó casi tres meses separado de ella y no puedo dejar de pensar en su olor. Aún la siento en mis labios, en mi ropa. Creo que aún la quiero. No habría dicho nada de esto si no hubiera visto bien el video de un grupo que refleja no sólo cómo me siento respecto a esa relación sino que de fondo tiene todos esos elementos POP que me han acompañado en el último mes, en el que su ausencia ha sido más notoria: NICOTINA, TE EXTRAÑO, TE EXTRAÑO MUCHO. NICOTINA, AH NICOTINA. Un cigarrillo cargado de Nicotina, tan tentador, tan tentador. Caí el viernes y el sabado, pero: "I know, I know, voy a dejarte, love me and fuck me in your mind".



Y bueno, si llegaron hasta aquí, les repito, siguen cosas peores, puedo escribir al mejor estilo de una crónica de SOHO "el día en que el cortauñas me atacó", o "una noche en la gallera con Isabella Santodomingo", así que espero se devuelvan y lean el cuento recomendado. Y como para no perder la costumbre repito la última referencia de Elmalpensante sobre SOHO (si esto no lo hace llegar de nuevo al cuento recomendado pues espero se divierta):
20-20: Los veinte temas que se le extraviaron a SOHO.
(Se reciben más temas en editorial@elmalpensante.com)
1. La tarde en que le hablé a mi chofer.
2. ¿Qué le hubiera susurrado usted a Paris Hilton durante una luna de miel en la Costa Azul?
3. En qué pienso mientras me corto las uñas.
4. Virtudes estimulantes del mango.
5. ¿Qué se siente cuando una tractomula le pasa a uno por encima?
6. Media hora esperando por un baño público. Seis versiones con sabor a champaña.
7. ¿Qué estaba haciendo cuando Pasto ganó la Copa Mustang?
8. En busca de la exactitud: ¿Bulova o Bulgari? Responden cinco expertos.
9. La chica Cosmo conoce al chico SOHO. Tres encuentros furtivos.
10. La intensidad de mi madre. Escriben nueve hijos expertos.
11. Seis horas como proteína en el emparedado de una buseta capitalina.
12. En Colombia, ¿quién tiene la frente más alta, la lengua más larga y la falda más corta?
13. Fumando espero. ¿A quién? Las virtudes de los cigarrillos nacionales.
14. Yo me mi mío para mí conmigo. Seis autobiografías en clave de mí.
15. ¿El libro o la arepa? Alternativas del siglo XXI
16. Obviamente... ¿obviamente qué?
17. Mis mejores películas. Por Álvaro Uribe.
18. "Sí, ¡yo comí chunchullo!", por Alberto Casas Santamaría.
19. Guía para echarse seis polvos sin sacarlo.
20. Especial: ¿cuáles congresistas no usan portavasos en las fiestas?

lunes, octubre 30, 2006

Habemus Premio IDCT y El Colombian Dream

Bueno, en este país del sagrado corazón uno se pega del triunfalismo. Nací en este páis así que me pego al triunfalismo. En el taller de escritores que dirige Nahum podemos decir "Habemus Ganador de Premio Nacional de Cuento 2006".Es uno de los premios más merecidos, Manuel trabajó ese libro por años antes de presentarlo. El hombre es un bacán completo que se lo merece.

Les recomiendo que una vez publiquen el libro lean cualquiera de los cuentos de "El perro, el voyerista, la ambulancia y la vecina".
El siguiente escritor en ganarse ese premio va a ser Jairo (si le di al Nobel puedo darle al de IDCT), eso si logramos convencer a ese loco de mandar los textos. En proximas entregas les traeré apartes de los textos de Manuel, Jairo (si lo permiten claro) y de tantos otros buenos escritores, así como una entrevista con Manuel.
Siguiendo con el triunfalismo: . No sé si me crean en recomendaciones de cine, pero el viernes estaba trabajando en una pontificia universidad de cuyo nombre no me quiero acordar, y la reunión empezó a las 8 a.m. y eran las 3: 40 p.m y este servidor no había almorzado cuando recibió la llamada de la niña salida de una película de Tornatore con el ánimo de ir a ver una película colombiana llamada El Colombian Dream (llegué tarde y nos encontramos dentro de la sala, y es muy gracioso cuando sabes que la persona con la que vas está en la misma sala pero en otra silla y la película se convierte en un corto tiempo de espera para encontrarse a la salida). Aviso de antemano que la niña en cuestión sabe mucho, pero mucho, de cine y no pudo estar más de acuerdo con la calificación de frenética que se le ha dado a esta película. Ella dijo: me gustó, yo, sin mayor pretensión se las recomiendo, esa película por fin va a acabar con una aburrida historia del cine colombiano y va abrir la pantalla a nuevas estéticas y planos. Por fin una película nacional con lenguaje audiovisual de cine y no de televisión. Aquí les dejo el trailer. Les puedo asegurar, la película sobrepasa a este trailer, si les gusta el trailer les va a encantar la película.



Otra cosa, bueno, el sabado estuve lo bastante ebrio celebrando lo de Manuel así que no fui a los oscar colombianos que me habían invitado Fernando y Libia, pero iba a hacerle barra a Libia, la del Baúl Rosado. Se ganó en literatura pero es una pena no ganar en cine. En próximas entregas las crónicas etilicas de los sábados en sitios sin nombre ni razón social, más del cine con la película de Pantoja que por fin pude ver.

Buenas noches, y que Dios me perdone.

lunes, octubre 23, 2006

Vuelve la Lucha Libre a Bogotá

Sí, cómo no extrañar una de las más grandes expresiones artísticas latinoamericanas. Aún recuerdo cuando asistí por primera vez a un coliseo de Lucha Libre, a ver a Los Rudos contra los Técnicos. En la lucha estaba Shake-speare en pleno apogeo, buenos y malos se impartían puntos de giro en sus historias, los niños llorando por la derrota de los técnicos, las máscaras, afuera las rancheras, el ring, la derrota. Un melodrama, eso es para mí la lucha, un arte llevado al cine, las películas de El Santo con las que crecí, y cómo no olvidar las aventuras de Capulina, mil veces prefería perderme el Chavo del Ocho o los transformers a cambio de una historia que involucrara al enmascarado de Capulina. Teatro, cine, arte popular, música, narración y poesía. En fin, en ese afán modernizador de nuestras tierras en el siglo pasado, en ese gusto por lo occidental y grecoromano apareció la Lucha Libre, y eso, para mi, es lo más occidental e híbrido de nuestra cultura.
Aún recuerdo el lanzamiento del libro de Nahum por Alfaguara, una casa enorme y de lujo, con gente que dejaba su chofer en la puerta, incrédula ante la aparición de los luchadores, que terminaron sacando entre cantos de victoria al traidor misil. Ojala puedan ir, conozcan antes de juzgar, nos vemos en el ring.

Un Hombre Tranquilo (3)

"Perdido no sólo en la ciudad, sino también dentro de sí mismo. Cada vez que daba un paseo se sentía como si se dejara a sí mismo atrás, y entregándose al movimiento de las calles, reduciéndose a un ojo que ve, lograba escapar a la obligación de pensar. Y eso, más que nada, le daba cierta paz, un saludable vacío interior. El mundo estaba fuera de él, a su alrededor, delante de él, y la velocidad a la que cambiaba le hacía imposible fijar su atención en ninguna cosa por mucho tiempo. El movimiento era lo esencial, el acto de poner un pie delante del otro y permitirse seguir el rumbo de su propio cuerpo. Mientras vagaba sin propósito, todos los lugares se volvían iguales y daba igual dónde estuviese. En sus mejores paseos conseguía sentir que no estaba en ningún sitio. Y esto, en última instancia, era lo único que pedía a las cosas: no estar en ningún sitio. Nueva York era el ningún sitio que había construido a su alrededor y se daba cuenta de que no tenía la menor intención de dejarlo nunca más".

Paul Auster, Trilogía de Nueva York, City of Glass.

Para algunos la tranquilidad es eso: perderse, desaparecer, dejar el celular apagado. Eso es huir, pero, de noche nadie es más rápido que sus sueños. Alguna vez intenté ser más rápido que mis sueños, corrí, corrí tanto que mi mente se agotó hasta que escuché que mis sueños decían detente o disparo. Y vi que me estaban señalando con un dedo hacia el dinero, casa, perro, esposa con bandeja de galletas en la mano y cajas enteras llenas de libros con mi nombre. Luego vi que el mismo dedo con que el sueño me señalaba se posaba sobre un gatillo. Y claro, en estos días de inseguridad los sueños van armados (carajo, hasta los niños deberían ir armados para evitar que los violen curas pederastas, pero prefiero un niño armado a un sueño armado, el niño dispararía y quedaría con la sonrisa en la cara, el sueño se esfumaría y no me gustan las cosas que se esfuman). De noche nadie es más rápido que sus sueños, por eso es bueno perderlos, dejarlo atrás, dar la vuelta en la esquina peligrosa que no conoces y por las noches, cuando los sueños disparan, es mejor despertarse y decir, tranquilo, no voy a ningún lado, no huyo de nadie pero vaya si echo de menos huir de algo, huir no por miedo, sino por saber a qué sabe el sudor al final del camino cuando un montón de sueños vestidos de uniforme y con pistola te digan detente. Y en ese momento, muy, muy tranquilo, meter una mano al bolsillo de la chaqueta, todos los sueños tensionados en sus autos de lujo con luces en el techo, todos los sueños de tus padres, los sueños de tus amigos, el sueño de tu novia, el sueño que apareció en el televisor el otro día, todos esos sueños que desde un helicóptero te dicen no lo hagas, tanquilo, (be cool men, en la versión gringa), todos esos sueños de uniforme que se bajan con sus pistolas de los carros te dicen tranquilo, ven, vamos a hablar en un sitio más tranquilo, ¿te gusta tu oficina?, vamos, hablemos ahí, y se acercan más y más, y en ese momento les diría, yo, yo estoy más tranquilo que ustedes, que en verdad no son mi sueños, claro que ellos no escucharían esas casi inaudibles palabras, y en se momento empuñaría la mano que está en el bolsillo de la chaqueta y le apuntaría al primer sueño que tuviera al frente y tendría sólo un segundo para comprobarles a los sueños que yo era más tranquilo que ellos sin necesidad de ser el más rápido del oeste. Pero claro que está la otra opción, sigue soñando, y entra en una ciudad de cristál y tentáculos, después de todo es tu sueño y en tus sueños puedes ser una estrella de rock tanto como puedes ser Paul Auster porque "nada es real, excepto el azar". Y en mi sueño Bogotá se hunde desde Puente Aranda, y unas cuadras abajo de la Caracas se establece el límite del agua y santa Fé se vuelve un malecón por el que camino y me siento en el bar de playa y piscina más famoso del malecón y pido una cerveza en un dpía de sol y veo pasar a Raffael Chaparro Madiedo y al viejo Blake y los invito a una cerveza, a mirar ese nuevo mar lleno de carros abandonados y siete colores de la gasolina, y le digo a Chaparro: Ahí está tu mar, el mar que soñaste, y él se ríe y brinda conmigo, y me pregunta qué soñé, y le contesto ue soñé con un montón de sueño como policías que me persiguían hasta el borde de un camino y me los cargaba a todos antes de que pudieran dispararme, y él se caga de la risa y me dice que no sueñe pendejadas y se va a caminar sobre las aguas, y el viejo Blake me dice, cabrón, está sonando como Ray Loriga, y yo le digo, viejo Blake, y si Ray Loriga no es más que un personaje y yo no soy más que un personaje de Paul Auster perdido en la ciudad, y claro, suena Thom Yorke con And _ it _ rained _ all _ night, y yo me quedo ahí, tan tranquilo viendo el atardecer más soleado de una Bogotá con mar, y de The click click clack of the heavy black trains, y The tick tock tick of a ticking timebomb, tranquilo. Y claro, llama Lobo y le digo que cómo se iba aperder este sueño tan loco, y él me dice tranquilo, y cómo es que se llama la niña, y ahí Yorke entona

I can see you
But I can never reach you

It's relentless
Invisible
Indefatigable
Indisputable
Undeniable

y me quedo ahí tranquilo, viendo un atardecer oscuro con Madiedo caminando sobre las aguas en el malecón del Santa Fé.

miércoles, octubre 18, 2006

Un Hombre Tranquilo (2)

La gente no va a mirarse en el agua corriente, sino en el agua quieta. Sólo la quietud puede aquietar a todos en la quietud.
Chuang-Tzu. Libro 5. Plenitud en la Virtud. No. 2.

La tranquilidad está en ti. (En la etapa mística del viejo A (Plotino) el cielo estaba en uno y era estar en sí, o algo así). Me siento tranquilo pero, cuidate de las aguas mansas.

martes, octubre 17, 2006

Un Hombre Tranquilo (1)

The Eraser

Pese a lo esperado sí fui a Rock al Parqué, el último día. Contra lo esperado sí conté con la compañía de la niña salida de una película de Tornatore (gracias a Blake y sus boletas V.I.P.). Canté muy tranquilo una de Manu que dice algo así como “ya estoy curado, anestesiado, ya me he olvidado de ti..”. Por otro lado ya se nota el relevo generacional, son doce años los que han pasado. Aún van muchos rockeros vieja guardia y muchos muy, muy jóvenes, asisten a su primer concierto. Entre ellos no me sentí viejo sino más joven.

La semana pasada estuve trabajando en la Javeriana, reuniones de 6 u 8 horas seguidas, sin tiempo de almuerzo. Para descansar veía en la noche (por partes) la película que me regaló Lobo: Cinema Paradiso de Tornatore. En ella se encuentra un diálogo que dejo aquí como pregunta. (Lobo, espero esto resuelva esas preocupaciones sobre tácticas y estrategias, adelanto que no todas las acciones son racionales y/o dirigidas a fines, ni mucho menos teatrales y de roles, etc...). Lo contextualizo con este diálogo entre el viejo y ciego Alfredo con el ya joven Toto.

- ¿Qué es? ¿Un 16 milímetros? [Pregunta el ciego Alfredo al joven Toto que aprecia una película que él mismo había filmado en los últimos días]
- Sí.
- ¿Qué ves?
- EI matadero. Descuartizan un novillo. La sangre está por el suelo...como un lago.... [Aparece en pantalla la siguiente toma de Toto en la que una joven sale de una estación y él la filma]
- ¿Por qué paras? ¿Qué ves ahora?
- Nada. Está todo borroso.
- Es una mujer. ¡Es una mujer! [Ante la inflexión en la voz el viejo Alfredo, que por algo es viejo, logra adivinar en un segundo qué imagen aparece en la mente y en la cámara del muchacho, y tal vez en sus recuerdos]
- Sí. Una niña que vi en la estación.
- ¿Cómo es ella?
- Es simpática. De mi edad, delgada, largo cabello rubio, grandes ojos, tan inocente. Tiene un pequeño lunar en su labio. Muy pequeño. Solo lo puedes ver de cerca. Y cuando sonríe, te sientes como...No lo sé.
- El Amor.
- El Amor. Sé cómo es. [Se cree muy seguro el joven, pero sólo se cree]
- Las de ojos azules son las peores [ ¿Y qué pasa si son, digamos, verdes? ]. No importa lo que intentes, no resultará. No hay nada que puedas hacer. Cuanto más insiste el hombre, más profundas son las huellas. Y si él se enamora, sufre, porque sabe que está en un callejón sin salida.
- Que precioso lo que has dicho, pero triste.
- Sí, aunque no es mío. Lo dijo John Wayne en “El Hombre Tranquilo”.
- Tú viejo Zorro [Tú viejo Lobo].

The Eraser

El diálogo que surge como pregunta es el que sigue. La película la vi hace muchos años, cuando no podía entenderla. Ahora intuyo que la respuesta a esta pregunta se encuentra más adelante, pero no fui capaz de ver más allá de este diálogo. Aún no sé si el soldado, Toto, o quien sea, se puede quedar con el amor de la hija del rey, o de la niña de ojos azules (¿verdes?). Mientras encuentro la respuesta por mis propios medios, y no me la ‘sopla’ la película, soy, en estos momentos de mi vida, un hombre tranquilo.

- Sólo para ti, Toto. Te contaré una historia. Sentémonos. ¡Miseria de miserias!
“Una vez un Rey dio una fiesta para su hermosa princesa. Ahora, un soldado que hacia la guardia vio pasar a la hija del Rey. Ella era la más hermosa, y él se enamoró instantáneamente. Pero ¿qué es un simple soldado al lado a la hija de un Rey?
Al final, logró conocerla y le dijo que él no podría vivir sin ella. La princesa quedó tan impresionada con su amor que le dijo al soldado:
- Si puedes esperar por 100 días y 100 noches bajo mi balcón, al final de eso, seré tuya.
Con eso, el soldado fue y esperó… Un día... Dos días... Después diez... Después veinte. Cada tarde la princesa miraba, y él no se movía. En la lluvia, viento, y nieve, él estaba todavía ahí. Los pájaros se sentaban en su cabeza, las abejas lo picaban… Pero él no se movía. Sin embargo, en el noventa y nueve día, estaba ya todo seco, pálido y débil. Las lágrimas corrían por sus ojos. Él no podía sostenerse de pie. Él incluso no tenía la fuerza para dormir. Y todo el tiempo, la princesa lo miraba. Finalmente, en la noche noventa y nueve, el soldado se puso de pie, tomó su silla...y se fue”.
- ¿Ese es el fin?
- Sí. Ese es el fin. Y no me preguntes qué significa. Yo no lo sé. Si lo averiguas, me dices.

Nuovo Cinema Paradiso
Director: Giuseppe Tornatore.
Marco Leonardi como Toto Adolescente.
Philippe Noiret como Alfredo.
Música: Ennio Morricone.
Productor: Franco Cristaldi.
Screenplay: Giuseppe Tornatore.

jueves, octubre 12, 2006

Lo sabía: Pamuk

Le di al nombre del Nobel. Hace rato que no me gano nada, así que reclamo esta victoria moral con el más absoluto ánimo egocentrista. En días recientes el señor ( ) hizo en su blog un concurso apuesta. La apuesta consistía en acertar el nombre del Nobel de Literatura de este año con base en una larga lista de escritores. En los comentarios a este post yo participe el día 6 con este comentario frente a la pregunta ¿Quién ganará el Nobel?:

"Uy" está bueno, primero, ¿qué hace Bob Dylan en la lista?, ahora sí los nominados, yo diría que Magris, pero él ya ganó el de Astruias, así que ese no. Tabucchi lo merece pero está aún reciente Saramago y para portugueses está Lobo Antunes, sigo deshojando. Vargas LLosa no lo será nunca, a Murakami aún le falta, Kundera y Eco ya no fueron, Mc Ewan no será, los orientales tampoco, y la Atwood no sé. Me quedo entre Pamuk, Roth y Amos Oz. A Amos Oz se le va la mano con el tema judío y no va ser, se lo merecería Philip Roth pero es políticamente decente y correcto nombrar al turco de Pamuk, ese va a ser: Pamuk".


Fuera de broma, Pamuk es muy bueno, aún recuerdo cuando Nahum hace unos dos o tres años me señaló uno de sus textos que se daban en saldos de remate de Alfaguara porque nadie los leía (me imagino al sabio que escogio los liros de los cuales debían deshacerse rascándose hoy la cabeza pensando en el dinero que perdió) y me dijo, Leelo pingo que ese turco es muy bueno. Ese mismo día lo compré por un precio irrisorio. Ahora recuedo tener un libro de Pamuk en mis manos por dos veces en la librería de el aeropuerto El Dorado y otra vez en la librería Lerner de la Jiménez diciéndole a Lobo, dos, tres y cuatro veces que se llevara un texto del turco, ahora sus libros van a estar a elevados precios. No creo que lo vuelva a ver en un saldo.
Este fue mi primer libro de Orhan.

miércoles, octubre 11, 2006

¿Qué es esto?

Hoy estuve trabajando desde muy temprano y llegué hasta ahora a leer la cosa esa medio amarillista que tenemos por único periódico en este país. Descubrí esta noticia muy, muy amarilla, disfrazada de seria y que me deja como imagen el drama más fuerte que he visto en los últimos días (eso que me vi una película coreana con un drama bien pesado). Aquí la dejo para los que no hacen parte del coro de más de 300 comentarios que tiene. No es por ser amarillista, pero es que a veces uno se queja de su vida y se encuentra con personas a quienes les ocurre esto:
Octubre 11 de 2006
Niño de 12 años deberá pagar cuota alimentaria para su hija, que tuvo con una joven de 16
Según la ley, la madre de la niña incurrió en abuso sexual, porque tuvo una relación con una persona menor de 14 años. Sin embargo, no va a ser castigada.
En cambio, el niño y su familia deben reunir 80 mil pesos mensuales para manutención de la bebé, según acordaron ante los conciliadores de la Casa de Justicia a donde llegó el caso.
Tras el pleito y ante la difícil situación de la familia, los padres del niño lo sacaron del colegio, lo llevaron a trabajar en un taller y ahora él debe ayudar a reunir la cuota para mantener a su hija. El mes pasado hizo su primer desembolso.
Una unión trágica
La historia de la pareja comenzó de manera trágica el 12 de febrero del 2005, cuando la avalancha del río de Oro mató a 25 personas en Girón.
Entre las víctimas estaba el novio de la jovencita que, a su vez, era hermano del niño. Durante el proceso de duelo, entre el chiquillo y su cuñada se produjo el acercamiento afectivo.
...y sigue la noticia.... en este link
diría un amigo: "no hay derecho", yo digo lo mismo, no hay Derecho.

lunes, octubre 09, 2006

La cuchara

En un triste caso de la vida real al autor de este blog se le está olvidando no sólo su propio nombre sino para qué sirven las cosas. Puede ser un caso especial de metafísica fruto de tanta lectura de Michel Serres o un síntoma de locura u otra cosa peor. Si a alguíen le ha pasado lo que se relata en la siguiente crónica ficción favor indicarlo por aquello de mal de muchos de algo es consuelo.
El ataque de sueño llegó acompañado de temblores en las manos. Salí a almorzar. Me senté en el restaurante de siempre. Lo primero que trajeron fue una sopa de verduras. Durante una milésima de segundo no supe qué era aquello que me habían puesto sobre la mesa, era comida, sí, pero qué comida. Cuando al fin recordé que era una sopa instintivamente me dirigí hacia los cubiertos y llegaron otros dos o tres segundos de horror: no sabía qué cubierto usar para comerla. Me quedé con la mano en el aire hasta que recordé la respuesta. La cuchara. La sopa se come con la cuchara. La solución en ese momento parecía tan obvia. Tardé otras milésimas de segundo en asociar la palabra y el concepto cuchara al objeto cuchara, no la reconocía entre los otros cubiertos de mesa. Fueron tres segundos muy, muy largos.

Cuando ya tenía la cuchara en la mano llegó el señor Odeim y se sentó a la mesa. Me saludó de forma muy amable y dijo que estaba desocupado por lo que podía acompañarme a almorzar. Le comenté lo que me había pasado con la cuchara, y cómo había llegado a olvidar mi número de cédula y las claves del coreo electrónico junto al nombre de un amigo otra mañana. Ya ni me acuerdo de los libros que leo. Le manifesté luego mis humildes intenciones de ir al médico a preguntar por la razón de tan molesta falta de memoria. Él declaró su disponibilidad para acompañarme al médico.

Me dio vergüenza, el señor Odeim es una persona muy importante para el gobierno y la literatura, era suficiente su figura en la mesa. No tiene por qué acompañarme señor Odeim, le dije, usted es una persona muy importante y muy ocupada en este país con personas que merecen más su presencia. Él insistió y me dijo que su trabajo no sólo estaba en el campo de la política y que antes que político fue psicólogo. Pensé en esa extraña película “Café y cigarrillos” de Jarmusch, cuando Roberto Benigni queda en asistir a una cita odontológica que no es para él. Señor Odeim puede usted si quiere asistir a la cita médica en mi lugar, le dije en broma. El señor Odeim cruzó las manos, se alejo de la mesa hasta apoyar todo el peso de su cuerpo en el respaldar de la silla y asintió. Me dijo además que bien podía intentar los clásicos remedios para reactivar la memoria, como el aprenderse el verso de algún poema cada noche. No me sonó mal la idea y tal vez así podría dejar de anotar los nombres de las personas que conozco en una libreta; no me imagino qué pasaría si se me llegara a perder la libreta. Es una buena idea señor Odeim, le dije, no quiero terminar tomándome el jugo con un tenedor. Y seguimos comiendo entre risas.

Necrología 2: Alape

Murió Arturo Alape el historiador de la memoria. Le dio valor científico a la historia oral y el recuerdo, en un país en el que no existen los registros escritos y en donde la cultura oral teje las vivencias y la historia. La mayoría lo debe recordar por su texto 'El Bogotazo, memorias del olvido'. Yo lo recuerdo por sus viajes al sur, a las zonas de colonización.

jueves, octubre 05, 2006

Madredeus, perdóname

fado.
(Del lat. fatum)
1. m. Canción popular portuguesa, especialmente lisboeta, de carácter triste y fatalista.




Hay ciertas cosas que las palabras no pueden expresar. Por ejemplo mi pesar por no haber podido asistir al concierto de Madredeus. Otra es la definición del diccionario para un fado, y más aún para un fado cantado por Teresa Salgueiro. Intenté dejar una canción de este grupo portugués en especial, pero me fue imposible, no lo logré. Les pido, por favor, escuchen "O pastor" de Madredeus. Esta canción fue parte de la banda sonora de una producción brasilera de adaptación a la obra llamada Os Maias. Ya que no la pude dejar aquí los remito a la página de Madredeus, en ella pueden escuchar casi todas sus canciones, busquen ahí la cantiga o balada "O pastor". Digamos que la fuerza de esa canción es especial. Adeás de esta petición dejo aquí un youtube de otra canción de Madredeus interpretada en Lisbon Story de Win Wenders llamada Ainda.
Página: Madredeus


P.S: Me subo al bus del triunfalismo. Más de un año de trabajo. Más de un año de incredulidad. El no nato centro de investigación en comunicación política gracias a HR aparece en primera página de El Tiempo (muy creído yo con lo de aparecimos pero me vale).

Link a nota: El Tiempo

lunes, octubre 02, 2006

CADA VEZ ES: Filosofía Barata.

La tos iba y venía y todo parecía indicar que la semana prometía muchas cosas, un horóscopo interno o algo así me hacía tener esa sensación. Le daba cuerda a la semana. Muchas cosas pasaron, aquí va sólo la mitad. Cosas de cada día que necesitan un índice para ser leídas.

Índice: CADA VEZ ES

Lunes
……….. Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajar pero la promesa de un encuentro es suficiente impulso.
Martes ………. Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajar pero la promesa…
Miércoles…….Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajar pero
Jueves ………. Cada vez es más difícil levantarse temprano a trabajar
Viernes ……… Cada vez es más difícil levantarse temprano
Sábado ………. Cada vez es más difícil levantarse
Domingo ……. Cada vez es más difícil
Lunes ……….. Cada vez es más


LUNES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR PERO LA PROMESA DE UN ENCUENTRO ES SUFICIENTE IMPULSO.

Me encontré con la niña salida de una película de Tornatore. La acompañé a San Victorino a comprar lápices de colores y recordar las cajas de magicolor. Luego a una librería del centro de la ciudad. Música clásica, libros de Villegas editores (ya vi uno que puede funcionar para su cumpleaños pero los libros de Villegas son costosos). Compré cosas suaves, muy Light, como para descansar: Recursos Humanos, libro de toño retoño que es el amigo de un amigo de varios amigos, o algo así; Confesiones de un Cheff de Anthony Bourdain por iniciativa de la niña salida de la película de Tornatore, en mi defensa por haber comprado este título tengo dos puntos, primero que el texto fue reseñado por el malpensante y segundo la envidia que le tengo a Bourdain; por último la Guía de Bogotá Bizarra que sólo duró tres días más en mi poder.
Fuimos al restaurante bar de una pareja de franceses. Una cerveza de lunes y un cigarrillo que no debí haber fumado. Abrimos la guía de Bogotá Bizarra y creo que entre los dos ya hemos recorrido más de la mitad de los lugares ahí recomendados. Uno de los sitios que a ella le faltaba quedaba muy cerca de ahí. Recomendado como el más cursi y romántico de toda Bogotá. Parejitas en todos los rincones del lugar, vino caliente, ventana al balcón, lluvia, sólo una sombrilla. Y claro, en lo más cursi del asunto me llegó el ataque de tos. Maldito cigarrillo. Salimos y aún llovía, la acompañé a tomar un transporte a su casa. En el transcurso de la velada había recibido una llamada de Lobo que estaba reunido con Jesús (Barbero) y con La Compañía de Jesús (Así me dijo William que le decían en la Javeriana). Al quedar abandonado en la carrera 7ª. Llamé a mi primo. Se encontraba sólo con William en el café de Fernando. Hacia allí me dirigí. Al llegar el tema de conversación giraba en torno a la unidad de pensamiento latinoamericano, las nuevas narrativas, las nuevas expresiones políticas, de el evangelio que Jesús había impartido ese día en la conferencia inaugural de FELAFACS. Se habló de literatura, el género negro y los verdaderos maestros. En un único momento William se dirigía hacia mí. Fue un regaño que quería decir más o menos: deja de leer a los clásicos europeos, cuenta lo que ves, soluciona los problemas que tienes al frente, no hay necesidad de citar a Vattimo o a Habermas, ni remontarse hasta Leibniz para ubicar un problema, eso indigesta y hay que recordar que hay una gran cantidad de jóvenes latinoamericanos trabajando en los mismos temas. Luego volvimos a hablar de los problemas propios de las facultades de Comunicación en el país. Dejamos a William en su casa y fuimos a dormir. 1:00 a.m.

MARTES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR PERO LA PROMESA…

Mucha tos. El trabajo no me dejó ir a las conferencias de FELAFACS. Lobo me comentó los puntos importantes del evangelio según Jesús: atacar de plano todos los rastros del proyecto ilustrador y esencialista moderno, el discurso de los otros y nosotros, su pragmatismo y clasificación. Un huracán azota Latinoamérica y somos el continente de la esperanza. Hay que pensar en el ojo del huracán. Aplausos y banderas en el público, más de 1500 jóvenes latinoamericanos aplauden y el huracán se posa sobre ellos. Salgo tarde del trabajo. Mucha tos y algo de fiebre. Lobo está preparando su ponencia sobre culturas políticas y digitales. Revisamos todas las posibles conexiones entre blogs y política. Mucha tos, en un momento ya no podía respirar, no llegaba oxigeno a mis pulmones, asfixiado totalmente. Lobo pensó en la posibilidad de una traqueotomía o una visita de urgencias a la clínica. Minutos después ya podía respirar un poco. Tomé pastillas para dormir y descansé. Soñé con muchos latinoamericanos, soñé con detectives salvajes caminando por la avenida Jiménez de Bogotá.

MIÉRCOLES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR PERO

Pensaba en asistir a la conferencia de Lobo. No pude, horas más tarde me encontraba ante un médico. Me prohibieron los lácteos, fritos, gaseosas, paquetes, alimentos con conservantes, etc. Mi primera dieta, esto se siente como la primera cana de la nona. Infinidad de broncodilatadores inundan mi maleta. Me encuentro con el Lobo. Vamos al café de Fernando. Lobo me comenta su ponencia. Unos mexicanos, de Tijuana ambos, le dieron ‘palo’ a su tesis. El día anterior el ‘palo’ había sido a ‘La mona’ otra amiga que estaba presentando una ponencia en el evento. Conozco desde hace unos años a La mona, fue mi profesora, conversamos muchas veces, la ayude en sus grupos de investigación, tomé cervezas con ella y creo que es una de las personas más pilas del país y una promesa en el campo intelectual. Al Lobo siempre lo he tenido en el más alto nivel académico. Si un par de mexicanos les dan palo a sus posturas es por algo. Lobo me ratifica en eso. Vienen de estudiar maestrías en el ITESO de Guadalajara. Entiendo que los mexicanos tienen una formación distinta y más seria en cuanto a categorías que la que se imparte en Colombia. Eso, a la vez que su punto fuerte, es su punto débil, hay temas y objetos de estudios que no puedes mirar como esencia e intentar clasificarlos con proyectos modernos. Se les reconoce su altura intelectual. Me dan ganas de irme para el ITESO, estudiar en Guadalajara con Rossana Reguillo, asistir a un día de los muertos. Nos sentamos en la mesa de Fernando. Tanta charla sobre la unidad latinoamericana y el papel de la academia, la seriedad y el rigor intelectual hacen efecto y se mutan en la más grande estupidez jamás cometida: Tengo partido político. Me siento como un pez que por fin agarró el anzuelo. Derrotado por fin me voy a la casa a toser, pasar la fiebre y dormir.

JUEVES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO A TRABAJAR.

El sueño reparó el cuerpo. En el trabajo me despido de Gina, casi nunca hablé con ella. Es el tipo de personas que no van con lo que yo soy, más dedicados a las áreas del mercado y la producción. Más ejecutivos. Eso creaba barreras entre nosotros. Me da tristeza. No conocí a persona más eficiente en el trabajo que ella. Una persona de la que aprendí mucho, en verdad una persona de la que aprendí mucho. Me enseñó unas gotas de pragmatismo, el valor de la lealtad. Jamás se lo dije pero la quise mucho (en el buen sentido no romántico de la palabra). Por ella siento un respeto y una admiración profunda. Le regalé un libro de Amos Oz, para muchos una promesa para el premio Nóbel de literatura, con ese libro tal vez también quisiera decir que ella es una promesa para el futuro de este país. A medio día me encuentro con el profe Víctor y abandonamos los edificios comidos por la hiedra. Nos encontramos con el Lobo y nos dirigimos hacia la Javeriana. Asistimos a la mesa que coordinaba William. Salimos del edificio y me encontré con una niña que conocí en una pequeña colaboración a Min Cultura. Volví a pedirle al teléfono. Luego me reencontré con Ana María Miralles. Hablamos un poco de la visita de su querida Chantal Mouffe. Nos dirigimos al evento de cierre. A la salida me encontré con Alma quien probablemente pueda ser en un futuro profesora mía en una maestría que quiero hacer. Más tarde dejamos los computadores en la casa. Y nos volvimos a encontrar con William para irnos con los salvadoreños a enseñarles la ciudad. Los salvatruchas (como una de las pandillas maras) los llamaba William con ánimo de complicidad. Eran personas a las que se les notaba la cultura, el trabajo, la enseñanza de sacrificio y sangre de la UCA con el padre Ignacio Ellacuría y tantos otros mártires de su universidad. William pensaba ir a WOK con ellos. Propuse ir a un restaurante con comida del pacífico colombiano. Seguimos la guía de Bogotá Bizarra y terminamos en Minimal. Carajo, no sé qué hacía allí, estaba en medio personas con dos doctorados encima, y los que menos eran candidatos a doctor. Creo que le hablé todo el tiempo a una profesora de El Salvador, he de aceptarlo, me pareció divina. Tal vez esté empezando a confundir belleza con inteligencia. Eso ya me lo había dicho William. Fue una velada muy interesante. Rompí mi dieta al segundo día. La guía de Bogotá que había comprado el lunes pasó a las manos de William. Fuimos a tomar una cerveza con William, era el cierre del evento. William terminó de hablar unas cosas pendientes con Lobo y poco a poco comenzó a dirigirse sólo a mi y a darme la charla más profunda que haya escuchado, no era una conferencia, no era una clase, no era un padre a un hijo, William parecía decirme que la única razón por la que me senté a esa mesa era porque ya había dejado de cargarles los libros, ya podía pasar a ser su discípulo. Lo que me enseñó William en esa noche no tengo manera de explicarlo. Antes me había sentado con William y con dos o tres cervezas me había aclarado todo el panorama intelectual colombiano, latinoamericano y mundial. Dos o tres ideas de William me servían para descrestar en la universidad, para aventurarme a nuevas lecturas. La charla que me dio ese día me llegó al alma con una discusión sobre la modernidad y el proyecto académico, una discusión sobre el libro y la literatura que me arrancó lágrimas. Es verdad, lágrimas. Jamás había sentido, lo que se dice sentir, el conocimiento. Toda la historia humana resumida en segundos, la mano del golpe se creó para la caricia y esa mano es la que sostiene los libros, árboles de los que leemos sus hojas. La escritura la escritura que va como un río, que funciona como las ondas mentales tan distinta de la actual escritura que en lugar de seguir una onda y un ritmo está construida como un choque, la tecla de un computador es un corte, es todo lo contrario al normal proceso de escritura. Shakespeare destruye el tiempo inmortalizando su canto. Ya no existen las grandes frases como aquella que reza: nadie se baña dos veces en un mismo río. Analicen esa frase, muéstrenme los símiles, las sinécdoques, los retruécanos o la escuela literaria. La oración aquella es perfecta y pura, una descripción simple, y léase aquí simple como sin partes. Lo que escribía un uruguayo encerrado en la cárcel en papel de cigarrillo.

A veces lluvia, te quiero
A veces sol, te quiero.
A veces cárcel, siempre te quiero.

Señores, un gran lector de Shakespeare y de Borges lo dice, un traductor de Steinbeck fue el que me dijo estas palabras, un tipo cargado de dos doctorados y que conoce la industria editorial del mundo, que ya ha leído todo lo que había que leer. Esa es la persona que me dice que no hay nada como el poema de ese preso uruguayo. Que Kafka no necesitó de 500 páginas y un computador para escribir la mayor crítica a un sistema de producción, que las dos personas que más han influido la cultura occidental (Sócrates y Jesús) no escribieron jamás una línea. Conclusión: te puedes leer las más de 100.000 páginas que escribieron los autores del boom latinoamericano, del post boom, del no boom o del actual bon bon boom colombiano y no encontrarás una frase que resista el paso del tiempo. 3:00 a.m. llegué muy espiritual y a la vez muy pesado al apartamento.

VIERNES:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE TEMPRANO.

El decano pidió prestado mi computador así que me quede sin mucho que hacer. Leí a Michel Serres y me pareció tan liviano, tan vulgar. No resistí mucho tiempo más, en horas de la tarde salí a encontrarme con Lobo. Cigarrillo Extra estaba presente. Partimos para Neiva más adelante. Una tía se encuentra enferma y en realidad íbamos a despedirnos de ella. Lobo me intentó aclarar el discurso de William. Era, tal vez, la bienvenida, el acceso al primer evangelio. Teníamos que recoger unas pastillas para el padre de Lobo. En esa casa estaba mi ex novia. Creo que me puse rojo, aún le tengo mucho odio y mucho amor. Es la única explicación. La ignoré, no por dármelas de malo e ignorarla, sólo es lo mejor que puedo hacer. Ella alardeó de cuanto pudo sobre su vida. No es simple resentimiento, la felicitó, le van a publicar su tesis, saldrá un artículo en una revista muy pronto. Dos horas después no soportaba esa situación, no la soportaba a ella, su amargura y su orgullo. Me dio tristeza, odio, etc. Se me hizo eterno el momento de partir. Llegamos a Neiva a las 3 a.m.. Hablé con mi tía. Me dijo que sólo le faltaba alguien para despedirse. Entendí su posición. Quiere morir, nadie puede discutirle eso. No lloré. Nos acostamos a las 4 a.m. Soñé con una mujer fatal vestida de un azul muy brillante, casi neón, con guantes azules, bufanda de rayas rojas y negras, labial rojo muy vivo. Me besaba en mi cuarto de Neiva bajo un poster del padre Ellacuría que nos daba la espalda.

SÁBADO:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL LEVANTARSE.

Me desperté a las 7:00 a.m. bajo un techo alto y blanco. Mi casa, pensé. ¿Mi casa?, pensé. Nos fuimos con Lobo, su hermano que recién llegó de España y su padre a tomar algo en una zona de aguas volcánicas. Escribimos algo debajo de los palos de mango y hablamos de viejas historias de cazadores con el sonido de un nacimiento de agua y el sabor de unos aguardientes. Al llegar a la casa, a eso de las 6 p.m. estábamos tranquilos, sin carga alguna. Se reunió gran parte de la familia. Plotino llegó a saludar junto a Yepes. Tomamos cerveza hasta la 1:00 a.m., luego un primo muy querido sacó a relucir una botella de Whisky. El whisky sacó el tema político y Colombia vista desde España. Obvio, el maldito uribismo fractura hasta a las mejores familias. En una discusión política nadie gana. Nadie parece darse cuenta de eso. En el techo una slamandra chasquea tres veces con su lengua. Chac, chac, chac. Minutos después hay unas cuatro o cincos salamanquejas casi transparentes en el techo. Me fui a dormir con un mal sabor en la boca. 3: 30 a.m. con un whisky en la mano pensando en que la política es una mierda necesaria, que mi ex novia no se merece ni un segundo de pensamiento, en que voy llegar a Bogotá a verme con la niña salida de una película de Tornatore, ojos verdes, paz, tranquilidad, un recuerdo me arrulla. Duermo.

DOMINGO:
CADA VEZ ES MÁS DIFÍCIL.

Salimos muy a las 7: 30 a.m. a un paseo familiar. La familia cada vez se ve con más espacios. Comimos, reímos. Nos volvimos a bañar en el mismo río que es otro. Prohibido hablar de política. Dormí sobre una roca tan bien como se puede dormir sobre una roca. Llegué a Bogotá a las 3: 30 a.m.

LUNES:
CADA VEZ ES MÁS.
Así es la vida, te levantas, una salamandra chasquea tres veces su lengua y le da cuerda a tu mundo. Te levantas temprano a trabajar y sabes que cada vez es más difícil levantarte, que cada vez es más difícil vivir. Ya no necesitas despertador. Hay una tos en el alma. Algo te asfixia. Veo más salamandras en el alto y blanco techo de mi casa en Neiva, se reúnen a chasquear sus lenguas. Me levantó a trabajar y pienso en las luces al final del túnel. En ojos verdes. En una llamada que quiero y tengo que hacer porque ‘cada vez es’. Ser y tiempo en una frase: cada vez es. Una tautología aparente. Una filosofía de quinta mano: cada vez es. Carpe diem.

domingo, septiembre 24, 2006

Regalo

Se siente bien recibir regalos. Mucho más cuando no los esperas. Hoy, casi que de improviso, recibí un regalo de la niña salida de una película de Tornatore.

Me regalaron el último de Sidestepper. El disco se llama "Continental". Mi cara de felicidad sólo se transforma en la cara de paz que me produce escuchar este disco.


viernes, septiembre 22, 2006

Aristide Bruant

Algunas veces creo haber recorrido lugares que no pude conocer. La única forma sería a través de memorias de otras vidas. A veces tiendo a creer en la reencarnación. En estos días llegó una amiga con una reproducción de un poster de Tolouse Lautrec en la mano. Me dijo "Este es usted. No me pregunte por qué lo sé, pero este es usted". El poster hacía referencia a Aristide Bruant (1851 - 1925) en "Su cabaret". Había algo en la actitud del hombre en el poster que me hizo dudar y decir, pudo ser, pudo ser. No sabía nada de Aristide Bruant así que me dediqué a buscar sus rastros. Cantante popular, a veces escritor, mal poeta de la época de la bohemia de París. Escribiendo entre las prostitutas de reconocidos cabarets como El Gato Negro, El Mirliton (que originaría una revista) o el Ambassadeurs. Fue escuchado en su primera noche como cantante por tres gatos, clientes de un cabaret. Un perdedor. Pero un perdedor al lado del pueblo. Cantaba entre las prostitutas y a los indigentes, a los pobres, a las clases menos favorecidas porque ellas eran, tal vez, lo más sincero que Arisitide Bruant obtenía de una París burguesa llena de damas, esas señoras de cara palida que se empeñaba en ridiculizar en sus actuaciones. En sus venas ya corrían gotas de sangre anarquista. Heredero de Stirner y Bakunin. Antecesor del Dadaismo y los Sex Pistols. Cantor popular de baladas como el mismo François Villon. Mi amiga tal vez vivió en París a inicios del siglo pasado. Tal vez escuchó cantar a un Bruant alcohólico. Desde hoy y siempre ese poster hace parte de mi vida, de mi habitación.
Si quieren seguir leyendo y no les aburre la poesía les presento a un hombe que raspó el infierno. Se burló de todos los poderes humanos. Le cantó a los ladrones. Con sus baladas podemos reconstruir toda la genealogía de las prostitutas de París pues la conoció jóvenes y luego viejas, así como a sus hijas y a sus nietas. El hombre que siempre fue perseguido, tan al filo de la muerte que se especializó en escribir testamentos. François Villon, cuyo poema más recordado lo escribió antes de pasar a la horca. De él les dejo dos cosas escogidas por suerte y no por calidad:
"Esas también viejas putuelas
que al ver, hambrientas ya y temblando,
cómo requieren a las mozas,
van por lo bajo preguntando
al señor qué razones tuvo
de hacerlas nacer hace tanto.
El Señor calla, que bien sabe
que en tal debate es derrotado".
Balada (de término)
Aquí se termina el testamento
Final del pobre Villon.
Venid a su entierro,
cuando oigáis el carillón ,
Vestido de rojo como bermellón,
Pues en amores murió mártir;
Esto juró sobre su cojón,
Cuando de este mundo iba a partir.
Y bien creo que no miente;
Pues perseguido fue como un cerdo,
Con odio por sus amores,
Tanto que, de aquí al Rosellón ,
No hay arbusto ni broza
Que no tenga, esto lo digo sin mentir,
Un jirón de su ropa,
Cuando de este mundo iba a partir.
Así es y de tal modo:
Cuando murió no tenía más que un harapo;
Y lo que es más, al morir, de mala manera,
Le picaba de Amor el aguijón;
Más agudo que el punzón
De un talabartero se lo hacía sentir,
De esto es que nos admiramos,
Cuando de este mundo iba a partir.

Príncipe, gentil como esmerejón ,
Sabed lo que él hizo al marcharse:
Bebió un trago de vino tinto,
Cuando de este mundo iba a partir

miércoles, septiembre 20, 2006

Vipère au poing - Con la víbora en el puño.

Me encontraba trabajando, lunes 5 p.m., enfermo, cansado. Una llamada. Al otro lado de la línea telefónica está una amiga salida de una película de Tornatore. "Hola, estoy en el centro. ¿Vamos a ver una película?". 2o minutos después ya me había encontrado con ella. El "sereno" se combinó con el dolor de garganta que traigo desde el viernes pasado y terminó con la poca buena salud que me quedaba. Resultado: fiebres altas las últimas dos noches. Pero no fue ningún sacrificio.
La película, una del 5to Festival de Cine Francés: Con la víbora en el puño. Una historia infantil de un libro de cuentos infantiles franceses de Herve Bazin. La historia trata de una madre que no conocé a sus hijos y les implanta una tiranía de privaciones y guerras de miradas. Uno de sus hijos se rebela y en clave de humor negro presenciamos cómo ese niño, bueno e inocente al principio de la película, intenta asesinar a su madre de las más diversas formas. Todos ríen. La madre es una neurótica frenética. No pude evitar compararla. Se parecía, sí, tenía su parecido. Asustado (reflejo condicionado a lo Pavlov), en la oscuridad del cine, miré a la amiga que me acompañaba. Mirada clara en lugar de mirada desafiante. Calma. El pequeño protagonista de la película avanzaba en su vida gracias al odio, muy merecido por cierto, hacia su madre. Eso era avanzar por la vida con la víbora en el puño, con la rabia en la garganta. Dejé la rabia, miré al lado. Calma. Risas en el cine. Calma. Y se fue la víbora de las manos. Risas.